Científicos aseguran que la ballena gris está experimentando cambios en su apariencia física como consecuencia del cambio climático. Estos cambios, que afectan tanto su salud como sus patrones migratorios, reflejan el impacto directo de las alteraciones en el ambiente marino que esta especie ha habitado durante siglos

Daniela Valenzuela / NORO
El cambio climático ha traído consecuencias severas a lo que hoy conocemos, alterando ecosistemas, afectando especies y modificando patrones naturales en todo el planeta.
Uno de los ejemplos más impactantes de estos efectos es la ballena gris, una especie que actualmente enfrenta cambios significativos en su apariencia física como resultado directo del cambio climático.
En particular, la capacidad de supervivencia, reproducción y el tamaño de la ballena gris son algunos de los principales aspectos que se han visto alterados debido a las variaciones en las condiciones del océano.
¿Cómo afecta el cambio climático a las ballenas grises?

A medida que las temperaturas del agua aumentan y los ecosistemas marinos se ven alterados, la disponibilidad de alimento para las ballenas grises también se ve afectada, lo que puede influir en su salud general y en su habilidad para mantener una nutrición adecuada.
Además, las migraciones de la ballena gris, que siguen rutas específicas a lo largo de la costa pacífica de América, están siendo perturbadas por el calentamiento de las aguas y las modificaciones en las corrientes oceánicas.

Estos cambios dificultan la localización de las zonas de alimentación y pueden afectar sus comportamientos reproductivos, comprometiendo las tasas de natalidad de la especie.
El cambio climático también está alterando el tamaño de las ballenas grises, ya que la menor disponibilidad de recursos podría llevar a una disminución en el tamaño y la salud general de las crías, afectando de manera significativa la población a largo plazo.
En conjunto, estos efectos plantean serios desafíos para la especie, que ha sobrevivido durante milenios, pero ahora se enfrenta a un futuro incierto debido a los drásticos cambios en su entorno natural.
¿Cuáles son los cambios que la ballena gris enfrenta por el cambio climático?

El tamaño de las ballenas grises es uno de los principales desafíos que la especie enfrenta actualmente, ya que, según datos oficiales desde el año 2000 hasta la fecha, se ha identificado una reducción del 13 por ciento en el tamaño de estos mamíferos marinos.
Esta disminución en su tamaño es particularmente preocupante, pues un estudio revela que las ballenas nacidas en 2020 son, en promedio, 1.65 metros más pequeñas que las nacidas en el año 2000.

Esta diferencia en tamaño podría tener consecuencias graves para la especie. Las ballenas más pequeñas podrían estar más vulnerables a los peligros del entorno marino, como quedar atrapadas en las redes de los pescadores.
La menor masa corporal también podría afectar su capacidad para migrar largas distancias y, en general, poner en riesgo su supervivencia, ya que los mamíferos marinos dependen de una robustez física que les permita hacer frente a los desafíos de su entorno.

Además, esta reducción de tamaño podría repercutir en su ciclo de vida, afectando su tasa de reproducción y su capacidad para sobrevivir en condiciones cada vez más difíciles.
Las ballenas grises, que antes gozaban de un tamaño impresionante como un factor de defensa y adaptabilidad, ahora enfrentan un panorama incierto.
La disminución en su tamaño es una clara señal de cómo el cambio climático está alterando no solo sus hábitats, sino también su biología, lo que pone en riesgo la continuidad de la especie.
Con información de FM Globo, Fundación Carlos Slim y ONU.