Los mitos sobre la radiación pueden generar temor innecesario y desinformación. Entender las diferencias entre los tipos de radiación y sus efectos reales es clave para tomar decisiones informadas.
Nancy Valenzuela / NORO
La radiación es un tema que a menudo genera temor y confusión debido a la gran cantidad de información errónea que circula. Desde su asociación con enfermedades graves hasta mitos sobre objetos cotidianos, es importante separar los hechos de la ficción.
¿Qué es la radiación?
Antes de adentrarnos en los mitos, es fundamental entender qué es. En términos simples, la radiación es energía que se propaga en forma de ondas o partículas. Puede ser natural, como la solar, o artificial, como la generada por dispositivos médicos. No toda esta energía es peligrosa; su efecto depende del tipo, la intensidad y la duración de la exposición.
Mitos y realidades sobre la radiación
- Mito 1: Toda la energía radoactiva es peligrosa
Realidad: No toda energía radioactiva representa un riesgo para la salud. Existen dos tipos principales de radiación:
Ionizante: Incluye los rayos X y la radiación gamma. Tiene suficiente energía para dañar el ADN y, en altas dosis, puede causar problemas de salud.
No ionizante: Incluye la luz visible, ondas de radio y microondas. Es generalmente segura, aunque una exposición excesiva (como al sol) puede causar daños.
Por lo tanto, no toda exposición a la energía radioativa implica un riesgo significativo.
- Mito 2: Vivir cerca de una antena o torre celular es mortal
Realidad: Las antenas emiten energía radiactiva no ionizante, la cual tiene muy baja energía para afectar las células humanas. Numerosos estudios científicos han demostrado que las emisiones de estas estructuras están muy por debajo de los niveles considerados peligrosos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Mito 3: Los alimentos irradiados son radiactivos
Realidad: La irradiación de alimentos es un proceso que utiliza radiación para eliminar bacterias y prolongar la vida útil de los productos. Este procedimiento no hace que los alimentos sean radiactivos ni afecta su valor nutricional.
- Mito 4: Los teléfonos móviles causan cáncer
Realidad: Hasta la fecha, no existe evidencia científica concluyente que vincule el uso de teléfonos móviles con el cáncer. Sin embargo, las autoridades recomiendan minimizar la exposición innecesaria, como usar auriculares o el altavoz, por precaución.
¿Cómo protegerse de los riesgos reales de la energía radioactiva?
Limita la exposición innecesaria: Usa protección solar para evitar la radiación ultravioleta (UV).
Respeta los protocolos médicos: Si necesitas exámenes como rayos X, sigue las indicaciones médicas.
Infórmate: Consulta fuentes confiables para entender qué tipos de energía radioactiva representan un riesgo real.
Con información de Organización Mundial de la Salud