Si eres de los que piensa que todas las rolitas del regional mexicano se escuchan igual, échate esta guía para saber las diferencias entre cada uno.
La música regional mexicana está experimentando un auge sin precedentes, con un incremento del 42.1% en su consumo durante el año 2023, superando a casi todos los géneros musicales (excepto al K-pop), según datos de Spotify.
Este fenómeno ha puesto de manifiesto la diversidad y riqueza de géneros que componen la escena musical mexicana contemporánea, entre los que destacan los corridos, la música norteña y la sierreña.
Históricamente, el mariachi ha sido el género más emblemático de México, con figuras como Vicente Fernández y Pedro Infante dejando una huella muy importante para la cultura mexicana. Sin embargo, la música ha experimentado una transformación en décadas recientes.
Si eres de los que piensa que todas las rolitas del regional mexicano se escuchan igual, échate esta guía para saber las diferencias entre cada uno.
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Corridos: historias de valentía y tragedia
Desde la Revolución mexicana, iniciada en 1910, los corridos han sido esenciales para contar historias de personajes que desafían a la autoridad. Ya sean héroes o antihéroes, esta narrativa ha estado ligada a la música, utilizando el mariachi, el norteño y la banda sinaloense como acompañamiento tradicional.
A lo largo de los años, se incorporaron instrumentos, pero elementos como la tuba, la guitarra y el tololoche han permanecido como parte fundamental del corrido, manteniendo su arraigada tradición en la música mexicana.
Actualmennte existen distintos tipos de corridos, cada uno con sus respectivos representantes, por ejemplo: Narcocorridos, con El Komander, los corridos alterados con Los Buitres de Culiacán, los progresivos, con Régulo Caro, los tumbados con Natanael Cano y Junior H y los bélicos, con Peso Pluma y Fuerza Régida.
Sierreño y su característica docerola
Proveniente de estados como Sonora, Chihuahua y Sinaloa, la música sierreña es una variante de la música norteña que se caracteriza por el uso de la guitarra de doce cuerdas (docerola), el acordeón y la tuba.
Surgió en los años 90 y fue popularizada por Ariel Camacho, líder de Los Plebes del Rancho, quien introdujo el estilo melancólico conocido como «sad sierreño».
Hoy en día, grupos como Marca Registrada, Marca MP y Eslabón Armado continúan con esta tradición, destacando por sus letras nostálgicas y su enfoque en las guitarras. La música sierreña evoca una profunda melancolía que resuena entre sus seguidores, convirtiéndola en un género único dentro de la escena musical mexicana.
Norteña y el inconfundible sonido del acordeón
La música norteña se distingue por el sonido del acordeón. A diferencia de los mariachis, los grupos norteños son más pequeños y utilizan instrumentos básicos como la guitarra, el bajo sexto y, por supuesto, el acordeón.
Con sus características vestimentas de chaleco y botas vaqueras, los grupos norteños interpretan canciones que abarcan temas de amor, desamor y contagiosos ritmos bailables como las cumbias. Entre los exponentes más destacados de este género se encuentran Los Tucanes de Tijuana, Los Tigres del Norte y Los Cardenales de Nuevo León, cada uno aportando su propio estilo y sonido característico.
Banda sinaloense
Originarias de la región de Sinaloa, las bandas sinaloenses destacan por sus formaciones compuestas por 16 músicos que tocan instrumentos de viento como saxofón, tarolas, bongos, timbales, trompetas, clarinetes, tamboras y, sobre todo, la tuba, que conforman la sinfonía característica de estas agrupaciones.
Inicialmente, estas bandas eran exclusivamente instrumentales, hasta que Don Cruz Lizárraga, fundador de Banda El Recodo, introdujo vocalistas, marcando un cambio significativo en el género.
A pesar de ser un territorio mayormente dominado por hombres, Jenni Rivera se destacó como la primera mujer en convertirse en una megaestrella del género, dejando huella con éxitos como «Inolvidable» y «De contrabando».
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Fuentes: Kebuena, Telemundo, Billboard