La música regional evoluciona con nuevos subgéneros, y entre ellos destacan los corridos metafísicos, una propuesta que redefine el género

Daniela Valenzuela / NORO
La música regional mexicana ha experimentado una transformación notable en los últimos años, diversificándose con la llegada de múltiples subgéneros que han reinventado el corrido tradicional.
Entre estas innovaciones se encuentran los corridos alterados, bélicos y coquette, cada uno con características propias que capturan la atención de distintas audiencias.
Ahora, a esta evolución se suma una propuesta completamente nueva: los corridos metafísicos, un subgénero que no solo está marcando tendencia, sino que también está redefiniendo los límites de lo que conocemos como música regional.
¿Qué son los corridos metafísicos?

Este nuevo movimiento tiene raíces que se remontan varios años atrás, aunque en sus inicios no se le identificaba con el nombre de corridos metafísicos.
Originalmente, estas composiciones eran catalogadas dentro de los corridos bélicos o tumbados, géneros que habían ganado popularidad por sus temáticas centradas en la acción, los conflictos y las vivencias intensas de los protagonistas.
Sin embargo, con el tiempo, las características únicas de estas canciones comenzaron a destacar, dando paso a un estilo propio que hoy se reconoce como una propuesta innovadora dentro de la música regional mexicana.

El movimiento tomó forma definitiva gracias a la visión de un músico y estudiante de metafísica originario de Culiacán, Sinaloa, Raul Beltrán.
Su conocimiento sobre los temas espirituales y filosóficos, combinado con su talento musical, lo llevó a crear un subgénero que trasciende las fronteras del corrido tradicional.
Más que narrar historias de héroes, villanos o episodios cotidianos, los corridos metafísicos invitan a una exploración profunda de la condición humana, abordando preguntas existenciales sobre la vida, la muerte, la espiritualidad y los misterios que rodean al universo.

En lugar de centrarse en la acción directa o en tramas lineales, estas composiciones ofrecen una experiencia introspectiva y poética.
Las letras se convierten en un vehículo para la reflexión, planteando cuestiones que conectan al oyente con una dimensión más elevada, donde el arte y la filosofía convergen.

Este enfoque no solo enriquece el panorama de la música regional, sino que también atrae a un público en busca de una conexión más profunda con las canciones que escucha.
Al unir los sonidos tradicionales del corrido con temáticas que invitan al análisis personal y a la introspección, los corridos metafísicos abren una nueva etapa en la evolución del género.
¿Qué cantantes abordan los corridos metafísicos?




Este movimiento ya ha sido interpretado por reconocidos artistas de la música regional, como Junior H, Natanael Cano, Peso Pluma, Alfredo Olivas y Raul Beltrán, quienes han integrado en sus composiciones esta nueva perspectiva.
En sus letras, abordan temas existenciales que trascienden las narrativas convencionales, explorando la vida, la muerte, la propia existencia y el amor desde un enfoque más introspectivo y poético.
El movimiento de los corridos metafísicos no solo amplía la oferta musical del género regional, sino que también redefine su propósito, demostrando cómo la música puede ser una poderosa herramienta para explorar las complejidades de la mente y el alma humanas.
En un entorno donde gran parte del entretenimiento tiende a priorizar lo superficial, este subgénero emerge como una propuesta que invita a pensar, sentir y conectar con dimensiones más profundas de la existencia.
Los corridos metafísicos se posicionan como un faro de creatividad y significado, ofreciendo a su público una experiencia única que trasciende lo musical y se convierte en una forma de introspección y autodescubrimiento.
Con información de Luz Noticias y Diario Cambio.