Édgar López Preciado, mejor conocido como Naitoreido, es un artista urbano originario de Tijuana, Baja California, mochilero desde los 18 años, que ilustra las calles de la ciudad
Naitoreido, como se le conoce artísticamente a Édgar, trascendió la escena local en Tijuana luego de pintar al icónico villano de DC Comics, el Joker, en honor a la película que se estrenó en 2019. El artista recuerda que de niño su sueño era ser dibujante de cómics y animé. Como nadie le enseñó a dibujar, no aprendió lo que se enseña en una escuela de arte, no obstante, desde muy pequeño el tijuanense tuvo clara su pasión.
Esa pasión que manifiesta a través de sus gises y carbón lo ha llevado a pintar las calles de más de 14 países, entre ellos Guatemala, El Salvador, Perú, Colombia, Nicaragua, Brasil, Venezuela y Panamá.
El nacimiento de Naitoreido
Motivado por la inquietud de conocer lo que había más allá de su natal ciudad fronteriza, Édgar, al cumplir 18 años de edad, tomó sus materiales y se fue de mochilazo por todo el país.
Por sus tatuajes y el clasismo en nuestro país, aunque lo intentó, no pudo conseguir trabajo en los lugares a donde llegaba. Tuvo que vender cosas y hacer malabares en los cruceros para sobrevivir. Cuenta que fue en Ciudad de México donde conoció a un artista originario de Guanajuato: “Él andaba como yo, de un lado al otro (…) se dedicaba a pintar paisajes en el piso, algo que hasta el momento yo nunca había hecho, así que le pedí que me dejara ayudarle para aprender”, que redescubrió su pasión por el arte, como algo que podía salir de sus dibujos y darle un sustento.
Como a todos los artistas, la gente le decía que no iba a poder ganar lo necesario para vivir, pero el tijuanense tenía claro que tenía un don y un sueño, “Esto es lo que hago y lo que seguiré haciendo mientras tenga brazos y vida”, afirma Naitoreido.
Así fue que la primera vez que pintó en una banqueta fue en Ciudad de México.
La lucha diaria de un artista trotamundos
Superhéroes, artistas, cantantes, personajes de películas o de anime, caricaturas, son algunos de los temas que pinta con frecuencia apoyado únicamente de sus gises, carbón y una caja para la cooperación voluntaria con un letrero donde se lee: “Apoya el arte de la calle, una moneda, un celular o lo que guste cooperar”.
Además de las dificultades económicas, pintar las calles es una lucha diaria con la policía. Ha habido ocasiones en las que se lo llevan, le quitan el dinero, sus materiales, o le piden que se mueva de lugar. Sin embargo, él insiste.
“Lo que más me gusta es hacer retratos en el piso, pero hago de todo: desde la cara de alguien famoso, hasta réplicas de pinturas renacentistas. Los retratos me toman aproximadamente tres horas, mientras que a las pinturas les he dedicado hasta 10 (…) no es fácil vivir de esto, pero con mucho esfuerzo lo he logrado”
Édgar López, mejor conocido como Naitoreido
Su lucha nos recuerda que el arte es algo universal, que se encuentra en todos los lugares del mundo y en todas las épocas, sin embargo, como también busca una moneda de parte de los curiosos que se detienen a verlo trabajar, procura pintar cosas de la cultura popular con las que la gente se sienta identificada, “dependiendo del lugar en donde estoy yo pinto”, señaló el artista.
El plan a futuro
Si bien ya es un referente del arte urbano en Tijuana, al mismo tiempo que ha conocido diferentes países y ganado el reconocimiento de algunas personalidades en México, entre ellas Juan Gabriel y Yalitza Aparicio, Édgar López es padre de una niña, por eso quiere abrir un canal de YouTube para subir tutoriales y así generar un ingreso extra para su esposa e hija.
“A veces la gente no tiene acceso a los materiales caros, habrá gente que piensa que con un lápiz y una goma no se puede hacer mucho, pero hasta con cátsup puedes hace algo magnífico”
Edgar López, mejor conocido como Naitoreido
Un álbum de cosas populares en redes sociales
Actualmente, Naitoreido cuenta con una base de seguidores en Facebook e Instagram, plataformas que utiliza para mostrar sus creaciones que, al ser arte que se borra una vez terminado, sería efímero de otra forma. Ahora que su “personaje”, como él lo llama es más conocido, aprovecha las redes sociales para mantener contacto con sus seguidores, pedirles su apoyo para algún concurso y, por supuesto, recibir sus pedidos sobre qué es lo que debería pintar cuando visita una ciudad, o encargos para ocasiones especiales.
“Las únicas que me pueden correr son las personas, el día que ellas digan que mi trabajo les molesta o que no les gusta, lo dejaré de hacer, porque esto lo hago para ellos”, comenta Édgar.
Fuentes: Excélsior, Más por más, El imparcial, El Universal, Instagram y Facebook de Naitoreido
