Los interminables tiempos de espera en la frontera entre Tijuana y San Diego son una realidad agotadora para miles de personas que cruzan diariamente para trabajar o realizar actividades personales. Sin embargo, una nueva propuesta busca transformar esta experiencia y ofrecer una solución eficiente y moderna: el Trolley Transfronterizo.

La Asociación de Gobiernos de San Diego (SANDAG) está avanzando con una iniciativa que extendería el servicio de la línea azul del trolley aproximadamente una milla hacia Tijuana. Este proyecto convertiría al tranvía en el primer sistema de transporte transfronterizo de su tipo en Estados Unidos, con el objetivo de reducir significativamente los tiempos de cruce. Se estima que el tiempo de espera podría reducirse a tan solo 10 o 15 minutos, aunque se requerirá un proceso de preselección similar al utilizado en el Cross Border Xpress (CBX).
Antoinette Meier, directora senior de Planificación Regional de SANDAG, ha destacado que el próximo paso es concretar acuerdos de colaboración con socios en México para proceder a las fases de diseño y desarrollo del proyecto. Este esfuerzo se complementa con otras iniciativas, como la Garita Otay II, una «garita inteligente» que promete optimizar el tránsito fronterizo. Además de mejorar la movilidad, estos proyectos buscan impulsar el crecimiento económico, reducir emisiones de gases de efecto invernadero y fortalecer el comercio binacional.
CBX: El Principal Inversionista en Trolley Transfronterizo
El proyecto cuenta con el respaldo del Gobierno Federal de México y la presidenta Claudia Sheinbaum. De acuerdo con Kurt Honold Morales, titular de la Secretaría de Economía e Innovación de Baja California, será el Cross Border Xpress (CBX) quien asumirá el papel de principal inversionista. Aunque no se han revelado cifras concretas, se estima que la inversión rondaría los 500 millones de dólares.
Honold Morales también explicó que el proyecto requerirá negociaciones con propietarios de terrenos en Tijuana para asegurar las conexiones necesarias y definir la ruta final. Este enfoque garantiza que el trolley binacional no solo beneficie a los tijuanenses que cruzan hacia San Diego, sino también a estadounidenses que han optado por vivir en Tijuana debido a los altos costos de vivienda en California.

Aunque el proyecto promete beneficios significativos, también ha generado opiniones encontradas. Austin Neudecker, especialista consultado por el San Diego Union-Tribune, considera que este tranvía es crucial para la economía de Estados Unidos, pero advierte que debe gestionarse cuidadosamente en temas de inmigración. Por otro lado, el empresario Chris Van Gorder cuestiona si San Diego debería enfocar recursos en áreas internas de la ciudad en lugar de extender el trolley hacia Tijuana, expresando preocupaciones sobre posibles impactos en la seguridad.
Norma Miller, académica de la Universidad de San Diego, argumenta que el proyecto beneficiará tanto a mexicanos como a expatriados estadounidenses que residen en Tijuana debido al costo de vida. La posibilidad de reducir las largas filas fronterizas representa una oportunidad para mejorar la calidad de vida y fomentar una mayor integración económica entre ambas regiones.
A pesar de los retos, la necesidad de soluciones modernas para el tránsito fronterizo es evidente. Con el apoyo de actores clave y una inversión significativa, el trolley transfronterizo podría convertirse en un ejemplo de colaboración y progreso entre México y Estados Unidos. La visión de un cruce ágil y eficiente podría hacerse realidad, beneficiando a las comunidades de ambos lados de la frontera.
