La poesía no ha muerto. Prueba de ello son 7 poetas del noroeste que muestran que la poesía es de quien la trabaja
Más allá de los premios o los top ten, la poesía contemporánea está marcada por la libertad creadora desde y contra la tradición, pero también desde el camino propio o la institucionalización con premios, convocatorias y becas circulando al por mayor.
Estos creadres y creadoras del noroeste son solo una muestra de la poesía hecha en el noroeste.
Miguel Ángel Ortiz (Durango, 1984)
Poeta, docente, abogado y crítico literario. Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino (2005), Premio de Poesía Carmen Alardín 2008, Premio Nacional de Poesía Amado Nervo (2008). Becario del Programa de Estímulo a la Creación y el Desarrollo Artístico (PECDA) 2010. Autor de cuatro poemarios, entre ellos, Cuaderno de las resignaciones (CONACULTA, 2015).
Cuadernos de las resignaciones (fragmento)
tal vez otro día me hubiera puesto a dormir pero cada quien sabe cómo se olvida un suplicio cada uno sabe como sobrellevar la máscara que cae al suelo y se destroza me ha dolido el cuerpo de pronto como si toda la vejez del mundo se me juntara no quise ver el cielo y sus funerales no escuchar músicos con sus demonios dentro me quedé esperando nada más a ver si el tiempo se hundía por sí solo lúgubre luz de las resignaciones rendija de la pérdida y la salvación no me dormí ni apague la lámpara porque el mundo debe vivirse con todas sus piedras y abismos hay un principio en el calabozo de la noche pero lo hay también al quedarse quieto 22 poetas mexicanos Selección de Mario Meléndez los ojos están aquí y en todas partes igual al péndulo - ese agujero que se traga a la vida - unos y otros como los hombres como las historias que cuentan al hombre y que los hombres cuentan a sus descendientes no me dormí ni apagué la lámpara para decir que había vivido
Fuentes: Casa del Tiempo (UAM), Enciclopedia de la Literatura en México (ELM)
Merari Lugo Ocaña (Sonora, 1990)
Poeta, psiquiatra y psicoterapeuta. Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa 2016 por su libro Signos vitales, publicado este año por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Tercer lugar en el Premio Internacional de Poesía y Cuento Trilce 2018. Becaria del Centro de Escritores de Nuevo León en 2018 y del PECDA en 2021.
Esquizofrenia
Hombre de 22 años trastorno incipiente, uña carcomida, polifonía que corona el giro más blanco del cerebro, la realidad -sea lo que fuere- siempre ajena, insegura de que su tierra sea la tierra y sólo pudiera fiarse de su redondez porque lo avala algún periplo de la historia, la misma, que tras décadas de ensayo y error lo aisló de la demencia, le puso un nombre propio, describió el delirio pero nunca supo descifrar los peces abisales al acariciar su cóclea, el canto interno de todas las sirenas, las lenguas que lo queman mientras su boca hierve. Poco ha sabido resolver la ciencia: frenos: relámpagos dormidos, ungüentos para el deterioro, temblores, canciones de cuna para la mirada fija; grandes tratados que sugieren que todo diagnóstico en su historial clínico debe escribirse al principio, en sustitución del nombre, en sustitución del fuego y todo lo que resplandece.
Fuentes: Círculo de poesía, Editorial Universitaria de la UANL
Julia Melissa Rivas Hernández (Sonora, 1981)
Es poeta, escritora, tallerista, correctora de estilo, traductora y maestra. Es maestra del taller Écfrasis y minificción, del programa Escuela de Escritores, que es parte del Instituto Sonorense de Cultura, desde el 2019. Es ganadora de numerosos premios, entre ellos del II Premio Nacional de Poesía Joven Raúl Rincón Meza, este 2022, por la obra Imperio. También ganó el Certamen Nacional de Poesía de los XL Juegos Florales Nacionales Universitarios en 2022, por la obra Fuera del reino. Ha publicado su trabajo en diversas revistas impresas y digitales.
Alto contraste
La gata Tequila volvió a parir como en su primera camada, de par en par los recién nacidos se dividen en parejas de pelusas blancas y negras con esto sabemos que Tequila se volvió reincidente en sus partos Es la vida entonces un sistemático comienzo donde la suerte se volvió un par de dados translúcidos
Primer nacimiento
El barro, como símbolo, cimiento o sinceridad intenta convencernos de que somos un sabio socorro a la sobriedad
Fuimos todos culpables
Desde un punto neutro ileso el útero Desde la debilidad el azar cruje como madera vieja dar vida a la pobreza al destierro o al murmullo siempre ha sido de lo más sencillo eso nos dice el tiempo
Fuente: Punto en línea, UNAM.
Alexis Martínez Félix (Baja California, 1995)
Poeta y economista. Becario del Festival Interfaz: Los Signos en Rotación 2016. Poemas suyos han aparecido en revistas como Lepisma, Mito y El Retruécano. Ha sido columnista en la sección de cultura de Redstar de Qingdao, China.
Todo es vida
Un niño chino me mira fijamente Tiene una pistola de juguete Estoy sentado viendo mi celular sin realmente usarlo Pienso en escribir esto —No sé para qué — La madre del niño me trae la comida que ordené “咸饭y 肉羹汤” <<xián fàn y ròu gēng tāng>> y se sienta en diagonal a mí También me mira fijamente El niño carga su pistola Hace mucho ruido al hacerlo Volteo a ver a su papá que está dormido en la mesa de al fondo Imagino que está soñando que Itzamna le cuenta los secretos del Chilam Balam Después pienso en cómo se sentiría si estuviera comiendo en un restaurante en México mientras un niño mexicano (gordito) lo mira fijamente mientras su mamá le sirve unas tostadas —Me río — El niño y la madre hacen un gesto de confusión le doy un sorbo al caldo y como fideos Volteo a ver al niño, luego a la madre Ronquidos de fondo El niño vuelve a cargar ruidosamente el arma Pienso en por qué en México somos tan violentos Como dijo Arana: Seguimos vivos. Vivos violentos. Vivos vivos entre muerte muerte. Entre miles y miles de muertes. Y tendemos a refugiarnos en la fiesta Termino de comer Le entrego un papel azul grisáceo y otro morado a la madre —mientras el niño me dispara — Ambos con la cara de Mao Zedong Le digo: 谢谢<< Xièxiè >> Me responde: 好, 慢走<< Hǎo, màn zǒu >> Mientras me voy del lugar desangrando.
Fuentes: El Retruécano, Círculo de poesía,
Mercedes Reynoso (Baja California Sur, 1990)
Poeta y licenciada en educación con especialidad en español y literatura. Ha sido antologada en diversas muestras de poesía de Baja California Sur. Becaria del Festival Interfaz: Los Signos en Rotación 2015. Premio estatal de poesía joven 2012, ciudad de La Paz. Autora de Malabras (Instituto de la Cultura y las Artes, 2021).
Idiotas
De todas las idiotas yo fui la única que eligió sexo sin compromiso. De todas las idiotas yo fui la única que bebió en los bares sola. De todas las idiotas preferí ser amiga con derechos a novia con prejuicios. De todas las idiotas yo lo llamé solo para ver si estaba bien. De todas las idiotas desprecié al hombre insulso solamente para quedarme sola. De todas las idiotas soy la que cocina por amor a los aromas y no a los hijos. De todas las idiotas soy la que no teme hablar ni teme quedarse callada cuando hay tiempos en que las personas suelen ser de escaso pensamiento. De todas las idiotas soy la que ama más a sus amigos que a sus amantes. De todas las idiotas soy la que prefiere un hombre con buena ortografía que un buen trabajo. De todas, todas las idiotas, nunca pretendí destacarme, nunca pretendí ser o no ser, nunca pretendí molestar, abusar, ignorar, sin embargo, hasta los más idiotas saben que mi poesía es mala, que el alcohol es el puro elíxir que solventa mis días de angustia, Y cada que observo mi ventana, el cigarro se disipa, la cama está vacía y los poemas quietos; y entonces siempre fui la más idiota de todas.
Fuentes: El Sudcaliforniano, Círculo de poesía
Francisco Alcaraz (Sinaloa, 1979)
Poeta y licenciado en lengua y literaturas hispánicas. Ha colaborado en revistas y suplementos como La Gaceta del FCE, La Jornada Semanal, Revista de la Universidad de México y Tierra Adentro. Becario del FOECA-Sinaloa en 1998 y 2002; y del FONCA en 2003. Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2002 por La Musa enferma (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2002). Autor de Tiempo en vuelo (Buró Blanco/Posdata Editores, 2013) y Principia Mortis (Andraval Ediciones, 2013), entre otros títulos.
I (Fragmento de «Motivos del frío» en La Musa enferma)
No es mía esta ciudad. En la ribera, donde el apareo de las aves sesgaba el viento y la poderosa frescura de la ceiba se extendía (calcinados) veo dos niños: en sus ojos se petrifican los veranos, y un olor a fruta. Nunca ha sido mía esta ciudad erigida sobre huesos. La mañana pegajosa ve nacer muchachas de las sábanas con la boca llena de un perfume extraño (ha, la noche, la salvación de la cerveza). Así trascurre el día y la tarde como un hermoso escombro del espíritu.
Juramento
Juro no escribir sobre por qué no escribo ni escribir nada sobre otros, porque de un sepulcro no crece sino hierba. No intentaré usar esas enormes prendas que no me favorecen: no me convertiré en un vulgar saqueador de tumbas. No me llenaré de piedras los bolsillos para disimular mi ligereza. No seguiré a quienes marcan el sendero con migajas de pan dulce — al final aquello mismo que los engulló me espera. Pero si escribo sobre nada o sobre otros o uso prendas que no me favorecen o me lleno de piedras los bolsillos o sigo un sendero marcado con pan dulce, pisaré fuerte, que por la hondura de su huella se conoce el peso de los hombres.
Fuentes: Antonio Miranda, Los Conjeturales, Enciclopedia de la Literatura Mexicana (ELM)
Aniela Rodríguez (Chihahua, 1992)
Poeta y licenciada en letras españolas. Ha sido organizadora del Encuentro Nacional de Escritores Jóvenes Jesús Gardea. Becaria del Curso de Creación para Jóvenes Xalapa 2010 y Monterrey 2011 de la Fundación para las Letras Mexicanas. Premio Chihuahua de Literatura 2013 en la categoría de cuento por «El confeccionador de deseos”, publicado en 2015 por Ficticia/ICHICULT. Premio Nacional de Cuento Joven Comala en 2016.
Los ensayistas no tienen corazón
Los ensayistas no tienen corazón los ensayistas no saben de tristezas y dicen hay que controlarse nadie de nosotros ha acariciado nunca al espectro del miedo su textura es muy suave deberías intentarlo deberías tratar de no mancharte las manos cuando jures que no lo has tocado nunca los ensayistas son unos hijos de la soledad nunca tendrán el temple y la ferocidad de los que despertamos con ganas de girarle los tornillos al miedo huirán de las largas lecturas y tendrán el vicio de lo invisible te dejarán en un callejón a las doce de la noche pretextando que se dan de baja de tu vida y jamás los escucharás volver su paso de rinoceronte resonará por todos los postigos por todas las paredes del silencio los ensayistas no tienen corazón fingen que son distintos nada les asegura pertenencia y vuelven siempre al mismo restaurante donde una chica rubia dejaba que las piernas se le hicieran de agüita dulce fingen claridad y sin embargo son los ingenieros de lo imposible rubia morocha pelirroja te recitarán poemas de borges harán que los aprendas de memoria te volverán loca con su caetano su charlie parker allá ellos y sus fetiches te volverán estatua de cal y llevarán tus restos a dormir entre su almohada serán estúpidamente frágiles se volverán estúpidamente locos mientras tú finges entender los poemas en polaco de un tal milosz no tienen vergüenza o ganas de hacerse viejos los ensayistas son los ingenieros de lo imposible nosotras rubias morochas pelirrojas no somos más que el segundo ensayo de su muerte.
Fuentes: Círculo de poesía, Enciclopedia de la Literatura Mexicana (ELM)