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A través del graffiti, la artista Anitra Molina, conocida como Yukue, representa la identidad del pueblo yaqui en Arizona
“Yukue” significa lluvia en cahíta, como se denomina a la lengua hablada por pueblos originarios de Sinaloa y Sonora, entre ellos los yaquis. Este fue el nombre que Anitra Molina adoptó como firma artística. Para la graffitera de origen yoreme, el arte es a su espíritu lo que la lluvia es al desierto. De esta forma ha plasmado su identidad en distintas obras localizadas en Phoenix, como la lluvia.
Anitra se considera una artista autodidacta. Maneja distintas técnicas con acrílico, aerosol y en formatos digitales. Sin embargo, el graffiti es lo que más la identifica. Además, se desempeña como maestra de arte y forma parte de distintos movimientos que buscan visibilizar a los pueblos indígenas como parte de la comunidad de Guadalupe, Arizona, localidad instituida desde 1975 a la que emigraron los yaquis.
El trabajo de Anitra Molina ha comenzado a tomar cada vez más popularidad entre la comunidad de artistas urbanos de Arizona. Gracias a esto ha colaborado en distintos proyectos. Uno de los más recientes se formó en alianza con Santa Cruz Valley Heritage Alliance, Inc., organización coordinadora del Área de Patrimonio Nacional del Valle de Santa Cruz.
“Desde niña siempre fue mi sueño ser artista y ahora mi carrera se dirige al muralismo a tiempo completo y a la defensa de la juventud. Es una aventura estar en esta posición, pero me siento muy agradecida de que esta es la vida que tengo que vivir”, mencionó Yukue.
Un mural en honor al pueblo yaqui
En 2021 Anitra trabajó en un mural en honor a los miembros de su comunidad en Guadalupe, Arizona. El periodo más crítico de la pandemia por el covid-19 golpeó fuerte a la localidad y de ahí la necesidad de honrar la vida de los miembros fallecidos. La realización de esta obra estuvo organizada por el grupo Guadalupe Prevention Project.
En la pintura, ubicada entre la Avenida del Yaqui y Guadalupe Road, se puede ver los tonos de naranja y morados propios del desierto sonorense cubierto por montañas. En el centro, de la forma más simbólica, Anitra ubica la figura de una mujer yoreme, símbolo de fuerza y esperanza, a la que vistió de blanco con prendas bordadas. La mujer plasmada por Anitra lleva una corona de nopal “para representar la resiliencia aún en situaciones difíciles”, según escribió la artista.
Sobre la corona están ocho estrellas que representan a cada uno de los pueblos yaquis originarios. Yukue, aunque no se considera religiosa, pintó el Templo Yaqui como un “faro de fe” para quienes todavía siguen las creencias y la fe. A un lado, Anitra pintó la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe para representar a la virgen que da nombre al pueblo.
“Puedo perseguir mis sueños porque mis abuelos y mis padres trabajaron duro para que yo pudiera hacerlo. Soy yaqui de pura sangre como mi abuela antes que yo, que estuvo de pie, luchó y murió en las batallas de guerra para que nosotros estemos aquí”, expresó Anitra “Yukue” Molina sobre este proyecto.
La rebeldía de Anitra reflejada en Yukue
Más allá de murales y obras que representan la tradición e historia del pueblo yaqui, Anitra tiene otra identidad artística y urbana nacida desde la rebeldía, una muestra auténtica que fusiona su origen con su presente. En su adolescencia, Yukue comenzó a pintarse el cabello de colores neón y a vestirse de forma gótica. El abuelo de Anitra la inspiró a conformar su propia identidad través de enseñanzas espirituales que se alejan del catolicismo practicado hoy en día por el pueblo yoreme.
Esta actitud revolucionaria se ve reflejada en su estilo, sobre todo en un personaje que muestra su esencia, Nopalita. Se trata de una caricatura estilo kawaii de una niña con cuerpo de cactus y cabellos de colores, como los de Yukie.
Nopalita existe desde hace casi 10 años. Desde entonces, la niña cactus ha evolucionado y perfeccionado su forma, adoptando distintas fases y siendo una fuente de inspiración para otras niñas.
“Sé quien necesitabas cuando eras niña. Para mí, eso significa siempre tomarme el tiempo para enseñar lo que sé a los futuros escritores y artistas”.
Anitra «Yukue» Molina.
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