Al resguardar y proteger la diversidad genética, el banco de germoplasma de Culiacán es un ejemplo de la importancia de proteger especies de flora amenazadas
En medio de un contexto global donde dos de cada cinco plantas están amenazadas o en peligro de extinción, la Sociedad Botánica y Zoológica de Sinaloa IAP, en colaboración con el Jardín Botánico de Culiacán, está llevando a cabo un programa de conservación de la biodiversidad a través de su banco de germoplasma.
Pero, ¿qué es exactamente un banco de germoplasma? En términos sencillos, es una instalación dedicada a la conservación ex situ, es decir, fuera del hábitat natural de las especies. Estos bancos almacenan material genético en forma de semillas, bulbos, polen, esporas u otros tejidos vegetales.
Más del tema:
El objetivo principal de estas instituciones es reducir el riesgo de extinción de especies y poblaciones silvestres, así como preservar la diversidad genética. No solo desempeñan un papel crucial en la conservación de la biodiversidad, sino que también son vitales para la seguridad alimentaria al resguardar especies cultivadas que forman parte de nuestra alimentación diaria.
Antonio Gómez, curador del Jardín Botánico de Culiacán, explicó que el proyecto de conservación en cuestión involucra varias instalaciones y recursos. Estos incluyen un herbario, donde se conservan plantas secas de la flora de Culiacán para futuras generaciones. Estos especímenes, que incluyen hojas, flores y frutos, son vitales para la identificación científica de las plantas y para registrar la diversidad de plantas de la región.
En el banco de germoplasma se guarda cerca de 71 accesiones de semillas
El banco de germoplasma es otro recurso crucial dentro de este proyecto llevado a cabo en Sinaloa. Allí, se almacenan semillas de especies vegetales en peligro de extinción y especies útiles para rehabilitar espacios verdes en las ciudades. Este banco, que alberga al menos 71 accesiones de semillas y cerca de 817 individuos de plantas, también resguarda una gran cantidad de variabilidad genética en un espacio físico relativamente pequeño.
Cabe mencionar que el banco de germoplasma lleva el nombre del Dr. Hermilo Quero Rico, un investigador especialista en la familia de las palmas.
Gómez señaló que el Jardín Botánico también cuenta con un equipo de expertos que realiza investigación documental, alimenta y consulta bases de datos y almacena información relevante para la conservación de la flora y fauna de la institución. También cuentan con una biblioteca especializada en botánica para consultas de especialistas y visitantes.
Además, el Jardín Botánico de Culiacán está equipando un laboratorio de cultivo de tejidos vegetales. Este será un espacio para la propagación de plantas que no pueden reproducirse por medios convencionales y también contará con protocolos de reproducción para palmeras y árboles destinados a las áreas verdes del Jardín Botánico.
La Sociedad Botánica y Zoológica de Sinaloa, que también administra el Parque Ecológico y otros proyectos de áreas verdes en la ciudad, destaca la importancia de este trabajo. En total, la Sociedad administra 30 hectáreas dedicadas a la conservación, investigación científica, educación ambiental y promoción cultural, demostrando un compromiso firme con la preservación de la biodiversidad para las generaciones futuras.
A medida que la pérdida de biodiversidad se convierte en una amenaza global, programas como el del Jardín Botánico de Culiacán ofrecen una solución viable y a largo plazo. Con el resguardo y la conservación de la diversidad genética, el futuro de las especies en peligro de extinción parece un poco más prometedor gracias a los esfuerzos de esta comunidad de científicos.
¿Sabes de otros proyectos similares que se estén llevando a cabo en el noroeste?
Fuente: Bien Informado, Noroeste, Punto Mx.