En el Pueblo Mágico de Álamos, Sonora, se ubica la Casa de las Delicias, una construcción iniciada en 1856 que guarda una de las leyendas de terror más populares del noroeste
Álamos, Sonora, guarda entre sus calles empedradas y callejones un gran número de historias. El Pueblo Mágico no solo vio nacer a la actriz María Félix y a Alfonso Ortiz Tirado, médico, tenor y compositor por quien se celebra uno de los festivales culturales más importantes del noroeste, también ha albergado durante años el encanto arquitectónico del barroco español desde su fundación en 1685.
Entre las construcciones hay una que se ha ganado la atención de locales y visitantes. Se trata de la Casa de las Delicias. La mansión se encuentra ubicada en las calles José Guadalupe Posadas y Delicias número 16, en el extremo oriente de la ciudad, con el cementerio al frente y atrás el arroyo de La Aduana.
La Casa de las Delicias se empezó a construir en 1856. Según el historiador Juan Carlos Holguín Balderrama, su primer dueño fue Bartolomé Eligio Almada, quien empezó el proyecto de la huerta de Las Delicias, y lo continúo con apoyo del francés Juan María Tavernier. Juntos terminaron el “pabellón” en 1860.
Después de varios años, la Casa de las Delicias pasó a otros dueños, entre ventas y herencias. Sus últimos propietarios formales fueron los norteamericanos Walter A. Franklin y su esposa Ida Luisa, quien vivió ahí hasta su muerte en 1994, cuando tenía 98 años. Fue precisamente la señora Ida Luisa quien dio la popularidad a la mansión con el libro “Los fantasmas de Álamos”.
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La historia de romance y tragedia detrás de la Casa de las Delicias
Durante su vejez, la señora Ida Luisa Franklin permitía el acceso a turistas para conocer la casa, misma que había sido remodelada por ella y su esposo, pues al comprarla se encontraba en ruinas desde 1925. La escritora, de la que se dice su fantasma habita la casa, relató por primera vez la leyenda de “La Dama Blanca de las Delicias”.
La historia de “La Dama Blanca” tomó fuerza y se convirtió en parte de la cultura e identidad de Álamos. Incluso, muchos han asegurado ver a esta mujer, quien fuese parte de la familia Almada Guereña, cuyo destino terminó en una trágica muerte cubierta de amor y duelo.
Según cuenta la leyenda, la dama de nombre Beatriz se había enamorado de un jardinero que llegó a la Casa a trabajar. La joven salía por las noches a escondidas para ver a su enamorado, bajando las escaleras y atravesando la cocina. Sin embargo, cuando los padres de la joven se enteraron de la aventura de su hija, la prohibieron rotundamente.
La leyenda cuenta que cuando los padres de Beatriz supieron de su romance, mandaron a matar al sirviente, quien se había comprometido en secreto con la joven. Beatriz, sumida en tristeza al enterarse de la muerte de quien sería su esposo, terminó por colgarse del balcón de su habitación en el segundo piso de la Casa de las Delicias.
Los alamenses aseguran haber visto el espíritu de Beatriz por las noches, cruzando la Casa de las Delicias, para encontrarse con su amado en el panteón donde se veían a escondidas. Según coinciden los relatos del pueblo, el fantasma lleva puesto su vestido de novia, razón por la cual se le llama “La Dama Blanca”.
En la actualidad, la Casa de las Delicias es propiedad privada, con planes de convertirse en un recinto formal para eventos sociales. Durante el Festival Alfonso Ortiz Tirado (FAOT), los jardines se suelen usar como foro para distintos eventos como conciertos, proyecciones de cine y más.
¿Te gustaría visitar este lugar lleno de relatos?
Fuente: Juan Carlos Holguín Balderrama, El Sol de Hermosillo, El Imparcial.