Cataviña es un poblado en el corazón del Desierto Central de Baja California, a 135 kilómetros de San Quintín y 370 de Ensenada, en medio de oasis, rocas gigantes de granito, cuevas con pinturas rupestres y misiones religiosas que recuerdan la historia de los jesuitas en la península.
Cataviña se encuentra en la delegación El Mármol, del municipio de San Quintín, al norte del Valle de los Cirios.
Situado en el Desierto Central de Baja California, el Valle de los Cirios es un Área de Protección de Flora y Fauna desde 1980, entre el Desierto del Vizcaíno y la Sierra de San Pedro Mártir, con el Océano Pacífico al oeste y el Mar de Cortés al este.
Sus 2.5 millones de hectáreas representan una tercera parte de Baja California y la mitad del municipio de Ensenada. Además de Cataviña, alberga los poblados de Alfonsina, Bahía de Los Ángeles y Santa Rosalillita.
Cataviña es una de las zonas con mayor biodiversidad del planeta. Además del cirio (Fouquieria columnaris) característico de este valle, también se encuentra su pariente, el ocotillo, el cardón gigante, el árbol Elefante, y alrededor de 80 especies endémicas de cactus.
En lo que respecta a la fauna, hay más de 100 especies, entre las que destacan dos de borrego cimarrón (Ovis canadensis cremnobates y O.c. wemsii), venado bura, pumas y reptiles, así como el berrendo o antílope americano que se puede ver por estaciones, al igual que aves de paso.
Entre las opciones de hospedaje destaca el Hotel Misión Santa María «Cataviñá», construido a manera de hacienda, desde donde es posible acceder a los tours guiados por las diferentes atracciones turísticas de la zona.
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¿Qué hacer en Cataviña?
Desde el Rancho Santa Inés, al sur del poblado, se puede tomar el camino de terracería que conduce a un oasis y los vestigios de la Misión de Santa María de los Ángeles, última empresa religiosa de los jesuitas en Baja California antes de su expulsión de la Nueva España.
A 3 kilómetros del hotel mencionado, se encuentran las Pinturas Rupestres de Cataviña, de aproximadamente tres mil años de antigüedad, al interior un pasadizo de tres metros de largo, en cuyo techo se aprecian formas animales y geométricas características.
También es ideal para practicar deportes extremos como el ciclismo de montaña o rapel, además de que es posible nadar en los oasis, por lo que en los tours guiados es recomendable llevar víveres, ropa y el equipo necesario.
De igual forma, se puede visitar la zona del Jardín de las Rocas, cuyas formaciones de granito han sido modeladas el viento a lo largo de millones de años
Cómo llegar
Ubicada justo a orillas de la carretera Transpeninsular 1, también llamada Federal 1 o Ensenada-La Paz, llegar a Cataviña en auto es cuestión de seguir la ruta. Si se prefiere viajar en autobús, hay servicio desde Tijuana, Ensenada, Lázaro Cárdenas y El Rosario.
Fuentes: Viajeros ocultos, México desconocido, Turimexico, Hotel Misión Santa María «Cataviñá», Programa Destinos México