Ciudad Juárez guarda en su historia una piedra donde las tropas de Pascual Orozco vigilaban esta zona.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, “El Ojo de Orozco” se erige como un peñasco con un trasfondo histórico vinculado a la Revolución mexicana. Existen fotografías de época que vinculan a esta roca con el General Pascual Orozco y a los revolucionarios como un punto estratégico de vigilancia.
Según la cronista de Ciudad Juárez, Cecilia Castañuelas, esta roca alcanzó notoriedad gracias a una fotografía capturada por periodistas estadounidenses, quienes lograron inmortalizar el momento en que un grupo de revolucionarios montaba guardia en la cima para mantener observados a los enemigos.
Localizada en la línea fronteriza entre México y Estados Unidos, a tan solo 800 metros antes de llegar a la Casa de Adobe, esta piedra se convierte en un símbolo emblemático de aquellos tiempos de lucha.
Durante muchos años, “El Ojo de Orozco” permaneció en el olvido. Su nombre se debe a que Pascual Orozco era el comandante más importante en las fuerzas de Madero durante la Toma de Ciudad Juárez, y Francisco Villa era coronel por ese entonces.
La piedra pasó desapercibida durante muchos años hasta que Antonio León de la Cruz, oriundo de Baja California y residente en el sector industrial durante dos décadas, decidió rescatar la importancia de esta piedra utilizada en la revolución.
La icónica piedra se encuentra en una situación precaria debido al tráfico constante de camiones de gran tamaño que pasa por su ubicación, lo que amenaza su integridad estructural.
La piedra se encuentra en una situación precaria debido al tráfico constante de camiones de gran tamaño que pasa por su ubicación, lo que amenaza su integridad estructural.
Recientemente, León de la Cruz lideró una gestión ante la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) para recuperar y preservar esta reliquia histórica.
La autorización permitió colocar una imagen que retrata el pasado de la piedra, junto con una pintura que reproduce la escena capturada por un fotógrafo estadounidense. Actualmente, ambas piezas se exhiben en la Casa de Adobe.
El “Ojo de Orozco”, como se ha bautizado desde su inauguración el 19 de septiembre de 2021, ha tenido un significado histórico, pero fue solo hace dos años que se rescató este promontorio que una vez sirvió como punto de vigilancia durante la Revolución Mexicana. Su preservación se convierte en una tarea vital para mantener vivo el legado de la región.
Con la autorización concedida, fue posible exhibir en la Casa de Adobe una imagen que retrata el pasado de la piedra, acompañada de una pintura que reproduce fielmente la escena capturada por un fotógrafo estadounidense. Ambas obras se encuentran actualmente en exposición.
La Casa de Adobe en Ciudad Juárez
En conmemoración del centenario de la Toma de Ciudad Juárez, el 8 de mayo de 2011, se llevó a cabo una significativa reconstrucción que transformó el lugar en el Museo Casa de Adobe.
Con enseres antiguos y fotografías del campamento maderista y la batalla que ocurrió en este sitio, el museo fue inaugurado para brindar a los visitantes un recorrido por la historia.
En el año 2019, gracias a la colaboración de Miguel Ángel Mendoza, director del Instituto para la Cultura del Municipio de Juárez, y Daniel García, encargado del museo, se emprendió un proyecto de mejora museográfica.
Se seleccionó y reimprimió nuevo material fotográfico, enriquecido con los trabajos historiográficos de expertos como Miguel Ángel Berumen y Pedro Siller, añadiendo aún más profundidad al relato histórico.
El propósito detrás de esta labor fue claro: ofrecer a la comunidad un panorama completo del invaluable valor histórico del recinto y fortalecer el sentido de identidad entre los habitantes locales.
De esta forma, el Museo Casa de Adobe se convierte en una ventana al pasado, transportando a sus visitantes al desarrollo de la Revolución Mexicana en Ciudad Juárez, mientras evoca la lucha armada y la tradición cultural de la región.
Fuentes: El Universal, El Heraldo de Chihuahua