Eugene dejó de significar una alerta para Baja California Sur y el sur de Sinaloa.
Eugene, después de haber alcanzado la categoría de tormenta tropical, ha perdido su influencia sobre el territorio nacional y ha sido reclasificado como un ciclón post-tropical, marcando el quinto evento de esta naturaleza en la cuenca del océano Pacífico en 2023.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que opera bajo el respaldo de Conagua, ha comunicado que Eugene se encuentra actualmente a una distancia de 615 kilómetros al oeste-suroeste de Punta Eugenia, en Baja California Sur, y a mil 95 kilómetros al oeste-noroeste de Cabo San Lucas, conocida como la Capital Mundial del Marlin en la región de Baja California Sur.
A medida que se desplaza hacia el oeste-noroeste a una velocidad de 22 km/h, Eugene ha experimentado un debilitamiento en sus vientos, con una velocidad máxima sostenida de 55 km/h y ráfagas de hasta 75 km/h. Es importante destacar que el sistema ya no representa una amenaza para México y sus efectos han disminuido en el territorio.
¿Qué es un ciclón post-tropical? En lo que se convirtió Eugene
Un sistema post-tropical es aquel que ha perdido las características tropicales necesarias para ser clasificado como un ciclón tropical. A pesar de esto, los sistemas post-tropicales aún tienen la capacidad de generar lluvias intensas y vientos fuertes.
¿Qué es un ciclón tropical?
Según la Organiación Meteorológica Mundial un ciclón tropical es una tormenta de intensa rotación que se origina en los océanos tropicales, obteniendo la energía necesaria para su desarrollo de estas aguas cálidas.
En su núcleo, presenta una zona de baja presión rodeada por nubes en espiral que convergen hacia la región central conocida como el “ojo”. En este ojo, las condiciones meteorológicas son generalmente serenas, con ausencia de nubes. El diámetro típico de un ciclón tropical oscila entre 200 y 500 km, aunque en casos excepcionales puede llegar a extenderse hasta 1000 km.
Estas formaciones meteorológicas provocan vientos extremadamente potentes, precipitaciones intensas, crecidas marinas significativas y, en situaciones más severas, marejadas ciclónicas e inundaciones costeras sumamente devastadoras. En el hemisferio norte, los vientos circulan en sentido contrario a las agujas del reloj, mientras que en el hemisferio sur lo hacen en el sentido de las agujas del reloj.
Con el fin de resguardar la seguridad pública, se asigna un nombre a los ciclones tropicales que alcanzan determinada intensidad.
Huracanes 2023 para Baja California Sur
La temporada de huracanes de 2023 en el Océano Pacífico se perfila para la aparición de un estimado de 16 a 22 ciclones tropicales con nombres, según el pronóstico emitido por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
La lista de nombres para los ciclones de esta temporada incluye una variada selección: Adrián, Beatriz, Calvin, Dora, Eugene, Fernanda, Greg, Hilary, Irwin, Jova, Kenneth, Lidia, Max, Norma, Otis, Pilar, Ramón, Selma, Todd, Verónica, Wiley, Xina, York y Zelda serán los nombres asignados a medida que se forme cada ciclón.
De acuerdo con las previsiones, se espera que de 9 a 11 de estos fenómenos sean tormentas tropicales, mientras que de 4 a 6 podrían convertirse en huracanes de categoría 1 o 2, y finalmente se anticipa la formación de entre 3 y 5 huracanes de categorías 3, 4 o 5.
Los meses de agosto y septiembre se perfilan como los períodos de mayor actividad ciclónica, durante los cuales es más probable que los sistemas evolucionen, se intensifiquen y alcancen la categoría de huracán.
La CONAGUA ha señalado la importancia de prestar especial atención a la región de Baja California Sur, ya que registra el mayor porcentaje de impacto de huracanes, alcanzando un 17% del total.
Benjamín García Meza, Subsecretario de Protección Civil de BCS, destacó los esfuerzos en curso para adaptar más de 180 refugios en los municipios, con el objetivo de garantizar una preparación adecuada ante cualquier situación de emergencia que pudiera surgir.
La identificación y evaluación de las áreas de riesgo adquiere una relevancia crucial, especialmente en localidades como Los Cabos, donde reside una población de más de 35,000 personas en condiciones susceptibles a estos fenómenos naturales.
Fuente: Conagua, Organización Meteorológica Mundial, El Diario