La Generación Z está abrazando la manifestación como una herramienta para alcanzar riqueza y amor. Inspirados por ideas de pensamiento positivo, visualización y creencias espirituales, buscan convertir sus deseos en realidad.
Ricardo Amador/NORO
La Generación Z adoptó la práctica de la manifestación como una herramienta para moldear su futuro en dos áreas clave: la riqueza y el amor. Esta práctica ganó popularidad gracias a redes sociales como TikTok, y promueve la idea de que los pensamientos y deseos al enfocarse de manera positiva pueden materializarse en la realidad.

En un contexto donde los jóvenes enfrentan incertidumbres económicas y personales, manifestar se presenta como un refugio y una promesa de cambio.
La manifestación es una técnica que invita a visualizar metas personales como si ya fueran realidad, con la esperanza de que el universo, a través de la energía y la vibración, ayude a concretarlas.
Para la generación Z, esta práctica se convirtió en algo más que un simple ejercicio mental; es un estilo de vida y un fenómeno cultural que mezcla lo espiritual con lo aspiracional; muchos jóvenes ven en esta práctica una alternativa a métodos convencionales de éxito, sobre todo en una era en la que los caminos tradicionales parecen inalcanzables.
El enfoque en manifestar dinero y amor responde a necesidades muy claras en esta generación con altos niveles de desempleo y una fuerte dependencia en redes sociales para crear relaciones, el concepto de atraer riqueza y romance desde el plano mental resulta atractivo.

Además, el uso de frases como “Delulu is the Solulu” en redes sociales, que alienta a vivir en fantasías controladas, refuerza la idea de que los sueños pueden cumplirse si uno se mantiene optimista y enfocado.
La influencia de redes sociales en la práctica de la manifestación
Con videos virales y testimonios de personas que “han manifestado” cambios en su vida, el interés de los jóvenes por esta práctica crece de manera exponencial. Muchos creadores de contenido comparten sus rutinas y técnicas para manifestar, desde afirmaciones en voz alta hasta el uso de cuarzos e inciensos para “elevar la vibración”.

Estas plataformas también permiten que la manifestación se convierta en una comunidad virtual de apoyo. Los usuarios comparten sus metas y avances, creando una atmósfera de motivación colectiva donde los jóvenes encuentran apoyo emocional en el camino hacia sus objetivos.
Además, la generación Z, muy acostumbrada a la inmediatez, percibe la manifestación como un recurso accesible que no requiere inversiones monetarias o largos procesos de aprendizaje, algo atractivo en un mundo que valora los resultados rápidos.
Amor y riqueza: los deseos más manifestados
Si bien la manifestación puede aplicarse a distintos aspectos de la vida, la Generación Z suele enfocarse especialmente en el dinero y el romance. Manifestar riqueza se ha vuelto una prioridad en una época de precariedad laboral y salarios bajos.
Muchos jóvenes expresan su deseo de una vida financiera estable y recurren a afirmaciones diarias o visualizaciones para sentirse más cerca de ese objetivo. Para algunos, manifestar dinero representa una manera de compensar las limitaciones del sistema económico actual y encontrar la independencia financiera que tanto anhelan.

Por otro lado, manifestar amor responde a las complejidades de formar vínculos afectivos en la era digital. En un entorno donde las relaciones están mediadas por aplicaciones y redes sociales, manifestar romance se convierte en una herramienta para atraer relaciones genuinas.
La Generación Z utiliza afirmaciones para atraer parejas ideales y fomentar una conexión que a menudo sienten que la tecnología no les permite. Así, la manifestación se convierte en una alternativa a la interacción digital, ofreciendo una vía para construir relaciones desde la intención y la energía positiva.
¿Tú ya le sabes al rollo de manifestar?
Fuentes: Elle, Moka Lets Talk, BBC