Las desapariciones son una realidad innegable en todo el territorio mexicano. Al lado de las madres buscadoras, elementos cotidianos han cambiado su significado. Una pala o una varilla ya no pueden verse con los mismos ojos, pues ahora son herramientas de búsqueda de familiares. En esta escena también entra el animal eternamente señalado como el mejor amigo del hombre: el perro.
En esta nueva entrega para NORO, la periodista Norma Sánchez presenta las historias de vida de tres canes con un trabajo inaudito: detectar restos humanos. La primera parte de este reportaje aborda la historia de Charly, un labrador amarillo al que se le atribuye el “logro” de ser el primer perro en encontrar una fosa clandestina en Sinaloa. Estos canes han llegado a donde un humano, por sí solo, nunca hubiera podido.
El poder olfativo de un perro, mil veces mayor al de un humano, los convierte en grandiosas herramientas para la búsqueda y localización de diversas sustancias e incluso enfermedades. En Sinaloa, Grecia, Charly y Guapo han abierto el camino del todavía incipiente uso de perros detectores como recurso de apoyo a las víctimas de personas desaparecidas.
De 2015 a 2018, estos tres ejemplares caninos dieron su vida por la causa. Empleados por la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, auxiliaron importantes labores que hoy resguardan las memorias de las familias que encontraron a sus seres queridos, gracias a un equipo donde el olfato del perro fue determinante.
Llegar a donde el humano no puede
Fue en 2014 cuando, provenientes de los estados de Chihuahua y Guanajuato, estos tres caninos llegaron a Sinaloa con el objetivo de trabajar para la recién creada Unidad Canina que apoyaría la búsqueda depersonas desaparecidas. Belinda Dalaiti Aguilar Haro, policía retirada de la Fiscalía, tuvo la fortuna de ser la primera en entrenar a uno de ellos: Guapo. Belinda relata la experiencia que la conectó al mundo de los perros como seres sensibles en un entorno tan relevante en México, el de las desapariciones.
Este relato reconoce la historia de Grecia, Charly y Guapo como perros especializados en la detección de restos humanos en Sinaloa. Estos tres canes han acompañando brigadas de búsqueda en campo abierto, fosas clandestinas y otros espacios a los que un humano por sí solo no hubiese podido llegar. Sus contribuciones y logros son ejemplo de valentía y audacia, cualidades que acompañan ese gran sentido del olfato capaz de detectar olores imperceptibles para el humano.
Esta es la breve historia de Grecia, Charly y Guapo, los caninos pioneros en detección de restos humanos de Sinaloa.
Rasgar y bailar, la marca positiva
Charly es un labrador amarillo de 8 años al que se le atribuye el logro de haber sido el primer perro en encontrar una fosa clandestina en Sinaloa. Esto sucedió en 2015, tras haber migrado de Chihuahua a Sinaloa para ser entrenado en la búsqueda y localización de restos humanos.
Fue un comandante de apellido Garzón el primero que lo adiestró, siendo parte de la Unidad Canina, de la cual también formó parte la policía retirada Belinda Aguilar. Ella cuenta su experiencia con este valioso ejemplar, Charly, al que describe como enérgico, inteligente y buen aprendiz.
Un “perro verde” es, en el lenguaje de la canofilia, aquel que ya es apto para ser entrenado para enfrentar entornos más difíciles y reales. Un perro puede ser entrenado para diferentes fines, como búsqueda y localización de personas vivas (en catástrofes como sismos), restos humanos (desapariciones), explosivos (aeropuertos y aduanas) o enfermedades como el covid, como ocurrió recientemente en países como Tailandia, donde un equipo de perros fue usado para detectar el virus en espacios de alta concurrencia.[1]
El antecedente de Charly es similar al de Grecia y Guapo, quienes también llegaron como “perros verdes” a Sinaloa. Por ello, fue necesario que la Fiscalía General solicitara el apoyo de la Policía Estatal Preventiva. Dicha institución proporcionó tres elementos especializados que se encargaron de capacitar a los animales.
“Por su raza, Charly es muy juguetón, muy sociable con los humanos y animales. Tiene mucha energía y es un perro que nosotros llamamos high drive (de alto impulso). Tiene una energía tremenda que pudimos enfocar. Es un perro muy inteligente. Rápidamente aprendió todo lo que le enseñamos, una técnica por asociación de olores, pelota y aroma”, señala Belinda Aguilar, entrenadora.
El primer hallazgo de Charly como perro rastreador
El histórico primer marcaje positivo de Charly ocurrió en un predio repleto de monte donde había una casa habitación abandonada, en un municipio del norte de Sinaloa, dice Belinda Aguilar.
“Su seña muy particular (de Charly) era quedarse quieto, como si le diera una descarga eléctrica cuando encontraba algo. Empezaba a rasgar, a bailar en el lugar y ya sabíamos que había encontrado algo. En esa ocasión, cuando él marcó, posteriormente se volvieron a realizar trabajos y había tres cuerpos ahí”.
Como cualquier perro de trabajo, Charly requiere constantes capacitaciones que solo pueden impartir personas que conocen sobre técnicas especializadas y comportamiento canino. “No es fácil, tienes que tener ciertas características tú también como manejador. No nomas es decir ‘a mí me gusta’, no es lo mismo trabajar narcóticos que restos humanos o explosivos. Primero debes tener empatía, tolerancia y respeto hacia los animales. Y para los restos humanos debes ser un buen observador porque trabajas con víctimas. Ser un profesional en la extensión de la palabra y tener el conocimiento para explicar a las personas las situaciones que se pueden dar durante el proceso de búsqueda”, observa Belinda.
Charly vive en las instalaciones de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Sinaloa. El can duerme, en promedio, 13 horas diarias, entre siestas y sus horas nocturnas. Se alimenta únicamente de croquetas y le encanta jugar con el Kong, una especie de pelota para perros. El gasto mensual por su mantenimiento básico asciende a 8 000 pesos, sin contar gastos extraordinarios médicos por enfermedades y equipo de trabajo especializado.
CHARLY
- Originario de Chihuahua
- 36 kilos
- Macho de 8 años
- Características de la raza: amigable y juguetón.
- Actualmente trabaja en la Fiscalía General de Sinaloa.
En la segunda parte del reportaje se hablará de Grecia y Guapo, canes que se han convertido en el mejor amigo de varias madres al encontrar los restos de sus hijas.
Previamente, la periodista Norma Sánchez publicó en NORO los siguientes reportajes: UAIM: mujeres indígenas desafían la tradición para estudiar en Sinaloa y El niño tarámari que soñó con estudiar.
[1] Los detectores caninos de covid en Tailandia ofrecen resultados prometedores, The New York Times, 6 de marzo de 2021
[2] Un paseo enriquecedor con un perro y su sentido del olfato, Jan Hoffman, The New York Times, 13 de octubre de 2016