Pachita es considerada una de las curanderas más poderosas de México, su fama fue tal que Jacobo Grinberg la buscó antes de su misteriosa desaparición el 8 de diciembre de 1994.
México es un país lleno de leyendas y mitos que muchas personas consideran poco creíbles, aunque también es una razón por la que viajeros de otras partes del mundo lleguen al país en busca de misticismo.
Pachita, considerada como la curandera más poderosa de México, originaria de Chihuahua, dejó miles de historias que siguen en el imaginario de los mexicanos. Una que aún es tema de conservación es la del encuentro que tuvo con Jacobo Grinberg, el científico mexicano que buscaba probar su teoría sintérgica para evidenciar la existencia de la telepatía, y que desapareció misteriosamente en 1994.
En la comunidad científica, Grinberg era considerado un chamán. La razón de esto se debe a que investigó el chamanismo con el fin de ligarlo a sus estudios del cerebro y sus capacidades espirituales.
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Grinberg estudió Psicología en la UNAM y Psicofisiología en el Instituto de Investigación Cerebral de Nueva York. Debido a un estudio que realizó para analizar los efectos electrofisiológicos de los estímulos geométricos en el cerebro, le permitieron abrir laboratorios en la Universidad Anáhuac y en la UNAM con el fin de estudiar a detalle la conciencia.
Jacobo Grinberg y su afán por el chamanismo
La fama de Grinberg alcanzó notoriedad en el país debido a sus investigaciones en las ciencias esotéricas. Esto generó interrogantes sobre su reputación como científico, causando que perdiera credibilidad. Su enfoque se dirigió mayormente al análisis de los chamanes pertenecientes a las culturas originarias de México, entre quienes había individuos capaces de llevar a cabo obras milagrosas.
Una de las personas más interesantes que conoció el científico, y que lo dejó fascinado, fue a la curandera de Chihuahua, Bárbara Guerrero, conocida como Pachita, quien afirmaba que sus poderes de curación se debían a que estaba poseída por el espíritu de Cuauhtémoc, el último gobernante de Tenochtitlán.
Tratando de explicar los poderes curativos de los chamanes, Grinberg intentó hacerlo con el método científico a través de la teoría sintérgica, la cual proponía que “no hay objetos separados unos de los otros, sino que es un campo informacional de una complejidad extraordinaria y que nuestro cerebro interactúa con este campo”.
Doña Pachita, una obsesión de Grinberg
Al entablar contacto con Pachita, Grinberg plasmó en sus escritos que la curandera sí tenía una vinculación con el tlatoani mexica Cuauhtémoc. Esto lo fundamentaba en su propia observación de las técnicas que Pachita empleaba y que, de manera mágica, resultaban en la curación de las personas.
En una de sus publicaciones, el científico narró el primer encuentro con ella de esta manera: “Conocí a Pachita cuando debía conocerla… lo que veía en casa de Pachita desafiaba en un grado tan fundamental mis concepciones acerca del cuerpo y su importancia, que después de la primera sesión de operaciones salí a la calle sintiéndome un espíritu y viviendo mi cuerpo como una especie de vehículo”.
Este encuentro cambió la vida de Grinberg, y fue entonces que se interesó aún más en los temas chamánicos. Mencionó también en su libro que una de las escenas más impactantes que vio en casa de Pachita, fue cunado operó a una niña, realizando un trasplante de corteza cerebral.
“Aquello fue demasiado difícil para mí. Durante más de 10 años me he dedicado a investigar algunos aspectos de la fisiología cerebral, y aunque me considero bastante revolucionario entre mis colegas, jamás me imaginé ni podría haber aceptado que una parte del cerebro pudiera trasplantarse de un ser humano a otro. Jamás lo hubiera aceptado de no haberlo visto, pero el caso es que lo vi y eso me transformó tan profundamente que a partir de ese momento todas mis concepciones psico fisiológicas cambiaron”, agregó en su publicación.
¿Qué tiene que ver Pachita con la desaparición de Grinberg?
Motivado por todas las cosas que aprendió de Pachita, Jacobo estaba a punto de publicar una invstigación que se perfilaba como un agente transformador en nuestra percepción de la realidad. Sin embargo, justo en ese momento desapareció del mundo sin dejar huella.
La manera en que el científico mexicano llegó con Pachita fue por medio de la hermana del entonces presidente José López Portillo, Margarita. Una de las teorías que salieron en su época, fue que Margarita le habría pedido que no publicara nada acerca de Pachita, ya que su hermano podría verse afectado al evidenciar que el presidente de México acudía con chamanes y curanderos; pero al no hacer caso, Jacobo Grinberg desapareció. Sin embargo, no hay pruebas que demuestren que esta teoría es real.
La desaparición de Jacobo Grinberg sigue siendo un misterio, y para las autoridades mexicanas es un caso que quedó en el pasado. Pero para los mexicanos, este caso fascinante hace que cada uno saque sus propias teorías.
¿Ya conocías a Pachita?
Fuentes: Cultura Colectiva, El País, SPD Noticias, Infobae