Con el paso de los años, la leyenda de Juan Soldado se esparció por todo Baja California y la frontera norte. Es ahora conocido como el “santo” de los migrantes
Una de las leyendas más controversiales en Tijuana, Baja California, es la de Juan Soldado, quien fue ejecutado en 1938 acusado de haber abusado sexualmente y asesinado a una niña en dicha ciudad. Algunos lo consideran inocente y sin el acceso a un juicio justo, otros más lo reconocen como el “santo” de los migrantes.
Lo cierto es que Juan Soldado, cuyo nombre era Juan Castillo Morales, fue un soldado raso cuyos restos yacen en el cementerio de Tijuana desde el 17 de febrero de 1938, luego de cuatro días del fallecimiento de la menor Olga Camacho.
Una de las más conocidas leyendas en Tijuana relata que en febrero de 1938, la menor de ocho años, Olga Camacho, salió a comprar carne a las calles de la ciudad, y luego de horas de desaparecida su madre salió a buscarla.
Se dice que una vecina tuvo una visión de la Virgen que le indicó que la menor se encontraba en un terreno abandonado, situación que le informó a Feliza Camacho, madre de la niña, quien de inmediato fue a buscar a su hija y su cuerpo ahí se encontraba.
Otras versiones indican que Juan Soldado fue el culpable. Incluso, en varias versiones la justicia local afirmaba que Juan Castillo Morales coincidía de alguna u otra forma con la desaparición y fallecimiento de la menor.
La gente enardecida en Tijuana se manifestó durante días para exigir justicia, y así fue como a Juan Soldado lo terminaron acusando, encontrando culpable y fusilándolo a los días siguientes.
Muchas personas afirman que no era culpable y que no tuvo un juicio justo frente a la autoridad en Tijuana; además, que hubo mucha presión por parte de la población para que encontraran al culpable.
Juan Soldado, la leyenda urbana
Tiempo después la población afirmó que un militar de alto rango habría sido el culpable y no Juan Soldado y pronto afirmaron que sucesos milagrosos que estaban ocurriendo pasaban por el fallecido militar.
Fue por eso que muchos pobladores lo tomaron como un santo y más tarde se volvió el santo de los migrantes, pues lo consideraban en situaciones difíciles para solicitar favores en Tijuana como encontrar trabajo o llegar a Estados Unidos.
De hecho, año con año muchos migrantes, principalmente mexicanos, llegan a su tumba para solicitarle diversos favores, principalmente los ya mencionados.
Su tumba en el Panteón No.2 de Tijuana se encuentra constantemente visitada, llena de ofrendas y con muchos altares para pagar mandas o para solicitarle favores difíciles y es por eso que su historia es tan conocida y a la vez controversial.
Y así, con el paso de los años, la leyenda de Juan Soldado creció, aumentó y se esparció por todo Baja California y la frontera norte.
Fuente: El Sol de Tijuana/Agencia Fronteriza de Tijuana