La denominaron como la Marcha de las Luciérnagas, debido a que llevaron lámparas para iluminar su camino desde la Universidad de Sonora por la calle Rosales hasta llegar al Palacio de Gobierno.
Para exigir al gobierno federal que se suspendan los trabajos de construcción de las vías del tren que pasarán por los municipios de Santa Cruz e Ímuris, debido a que la obra afectará en el área de conservación del Río Cocóspera, activistas ambientales realizaron la Marcha de las Luciérnagas durante la tarde de este miércoles en Hermosillo.
Por su parte, Sergio Müller, integrante del colectivo de Caminantes del Desierto, dio a conocer que esta zona alberga diferentes tipos de vegetación y fauna silvestre, como sosos negros, pumas y luciérnagas.
“El riesgo es la fragmentación del Río Cocóspera, es zona de cruce de jaguares, de osos, es un centro natural para la reproducción de los ocelotes, también para la reproducción del jaguar”, detalló.
A decir del activista ambiental, hace un llamado a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que aclaren si existe un estudio de impacto ambiental sobre dicha obra.
“Esta obra que comenzó en febrero del 2023 se le avisó a la comunidad de Ímuris y no se presentó ningún impacto ambiental, ningún proyecto ejecutivo, no hubo nada de nada, solo se le informó a la comunidad de que la obra se iba a realizar”, comentó.
Por ello, el integrante de Caminantes del Desierto solicitó que se lleve a cabo una consulta pública para reconsiderar la ubicación de la obra, minimizando los riesgos para el medio ambiente.
Es importante señalar que la marcha contó con la participación de 300 personas, misma que inició en las escalinatas del Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora (Unison) y terminó en la Plaza Zaragoza, en el primer cuadro de la capital sonorense.
La Marcha de las Luciérnagas
La denominaron como la Marcha de las Luciérnagas, debido a que llevaron lámparas para iluminar su camino desde la Universidad de Sonora por la calle Rosales hasta llegar al Palacio de Gobierno.
Una vez en el sitio, las agrupaciones ambientales expusieron un manifiesto y compartieron su punto de vista sobre este proyecto.
Finalmente, Müller señaló que no tienen en mente bloquear la obra que se lleva a cabo en Ímuris, ya que no es su intención, por lo que más que nada buscarán la remediación sin oponerse al desarrollo.
Amenaza ecosistemas frágiles
La construcción de un proyecto ferroviario iniciado por el gobierno de México supone una amenaza significativa para ecosistemas frágiles en la región, lo cual se hizo sin ofrecer la información correspondiente a la obra.
Dicho proyecto busca ampliar la capacidad de la actual vía férrea entre Guaymas y Nogales, por lo que encendió las alarmas de la comunidad, debido a que de concretarse el proyecto afectaría el Rancho El Aribabi, un Área Natural Protegida (ANP) de la región.
También amenaza al Río Cocóspera, un oasis en medio del desierto que le da vida a un bosque cubierto de musgo, y que además alimenta a la presa Comaquito, para posteriormente llevar el vital líquido al municipio de Ímuris, después al suroeste, en varios canales que llevan agua a miles de personas.
El impacto del proyecto ferroviario se hace evidente en la historia del granjero Carlos Kempton Torres, cuya familia ha dependido del agua del Río Cocóspera durante generaciones. El trazado propuesto atravesaría su granja familiar, aislando su casa y pozo de agua del resto de su propiedad.
Con información de El Sol de Hermosillo, Proyecto Puente, Uniradio Informa, Noro