Se habla muy poco de la riqueza genética y del cultivo de maíces nativos en Sinaloa. A pesar del reconocimiento nacional de la riqueza de sus valles para la producción de maíz blanco, se ha dado a conocer muy poco de sus especies nativas.
Entre los límites de Sinaloa y Durango, en la zona donde se extiende la Sierra Madre Occidental, se extienden milpas de maíces criollos en las faldas y laderas de los cerros que se forman en la región. Los agricultores que las mantienen suben a estos territorios sin ayuda de mulas, pues el terreno llega a ser muy empinado y con piedras sueltas.
Este maíz forma parte de los 14 tipos de maíz que son nativos de Sinaloa. Según los expertos, deben ser protegidas para garantizar la seguridad alimentaria y tener herramientas para hacer frente a los efectos que puede traer el cambio climático.
Cada año, los miembros de estas comunidades siembran el maíz como lo hacían sus ancestros, utilizando una punta de metal para hacer un pozo en la tierra y enterrando las semillas que guardan en una jícara que llevan amarrada a la cintura.
Entre los bosques de pino y encino se encuentra El Palmito, una comunidad que tiene la encomienda de preservar las razas nativas de la región, y desde la carretera de curvas pronunciadas que llevan al municipio se pueden distinguir los colores rojo, negro y amarillo de sus siembras.
Sinaloa guarda ADN de maíces nativos
Estos maíces criollos están distribuidos en 14 de los 18 municipios de la entidad, y según se informó durante una conferencia magistral titulada “El Otro Sinaloa en la Producción de Maíz. Maíces Nativos, Riqueza Genética Desconocida y la Necesidad de Conservarlos”, impartida por el investigador Pedro Sánchez Peña, existen 20 custodios de estas razas en Sinaloa.
El investigador compartió con los asistentes, la mayoría estudiantes de Agronomía, que hay que preservar los maíces nativos, porque de ahí surgen los maíces híbridos que se cultivan en Sinaloa en más de 500 mil hectáreas cada año.
Una de las principales razones por las que se busca preservar estas especies es porque requieren poca agua para su cultivo, además de tener un ciclo de cultivo muy corto, características que podrían ayudar en el futuro en caso de que se presenten sequías o temporadas de lluvia muy cortos.
Además, compartió que hay razas de maíces pigmentadas que contienen algunas sustancias que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y, sobre todo, remarcó que el maíz a nivel mundial forma parte de una triada de granos que más se producen junto con el arroz y el trigo, lo que alienta a la protección de estas razas.
En todo Sinaloa, apenas 2,400 personas siguen sembrando maíces nativos, y lo más preocupante de la situación es que lo hacen personas que ya rondan los 60 años y no tienen relevo generacional, por lo que se corre el riesgo de que las especies nativas desaparezcan.
Celebran Feria del Maíz Nativo
Con el objetivo de promover la conservación de estas razas de maíz, cerca de 477 productores participaron en la Feria de Maíces Nativos 2023, celebrada en Santa Lucía en Concordia, con el apoyo de la Secretaría de Agricultura y Ganadería del Estado de Sinaloa.
El fin de este evento es resaltar la importancia de mantener la variedad nativa y la importancia que representa para las familias productoras que se han empeñado a una vida en base a este producto distintivo de Sinaloa.
La producción de maíz blanco en los extensos valles del estado, por el que es reconocido Sinaloa, suma a su lista de riqueza de tierras estas especies de maíz, que podrían ser el futuro de la alimentación no solo del estado, sino del país entero.
¿Sabías que Sinaloa todavía resguarda sembradíos de maíz nativo?
Fuentes: Pie de Página, Debate, Congreso de Sinaloa