Las mariposas cuatro espejos tienen un importante valor cultural en Sonora, por lo que en Cócorit se estableció un lugar que trabaja en la protección de esta especie única.
Las mariposas cuatro espejos, conocidas científicamente como «Tetraopes tetrophthalmus», se han convertido en un tesoro cultural y ecológico en la región de Cócorit, Sonora.
Estas mariposas endémicas de la zona desempeñan un papel crucial en la cultura local y en la identidad de las comunidades yaquis y mayos, siendo parte esencial de las danzas tradicionales.
Más del tema
Sin embargo, su supervivencia está amenazada debido a diversos factores, como el cambio climático, la escasez de lluvias, la degradación del hábitat natural debido a la expansión agrícola y la recolección incontrolada de capullos.
El valor cultural de las mariposas cuatro espejos
Los capullos de las mariposas cuatro espejos son utilizados en las danzas tradicionales, y con ellos se elaboran los tenábaris, un instrumento musical que consta de un capullo seco relleno de pequeñas piedras, unidos con un hilo que se amarra alrededor de la pierna de los danzantes.
La disminución de la población de Mariposas Cuatro Espejos ha llevado a desafíos en la obtención de capullos. La sustitución de estos por trozos de lámina, conocidos como «botenabaris», resalta la urgencia de abordar las amenazas que enfrenta esta especie y la importancia de la conservación de su hábitat natural.
Una especie única
Las mariposas cuatro espejos pertenecen a la familia de mariposas nocturnas, que a diferencia de las diurnas, sus orugas tejen sus capullos más fuertes para protegerse de algunos depredadores y las inclemencias del clima al cambiar a crisálidas.
Una vez convertidas en mariposas, estas reposan con las alas abiertas y extendidas, mientras que las diurnas las mantienen unidas y verticales, y como su nombre lo indica, solo vuelan cuando el sol se esconde.
Aunque las mariposas cuatro espejos son más grandes en relación con otras especies y sean de un color llamativo, no es sencillo encontrarlas durante la noche, ya que se camuflan muy bien en las ramas y se necesita ser muy observador para encontrarlas, una vez que vez una, puedes localizar hasta 20 individuos en la misma zona, ya que se mueven en manadas.
Desde el inicio de los 2000 se ha registrado una disminución de esta especie en Sonora, por lo que se han tomado medidas significativas para preservar estas mariposas, reconociendo la necesidad de proteger su valor cultura y su contribución al equilibrio ecológico.
Centro cultural Yo’o Joara se esfuerza por su conservación
El Centro Cultural Yo’o Joara se ha convertido en un santuario vital para la conservación de esta especie. Su mariposario alberga una población más significativa de Mariposas Cuatro Espejos que los montes cercanos, como Loma de Guamúchil, Cócorit y Bacúm. Este espacio ofrece condiciones óptimas para la reproducción y conservación de la especie.
Este lugar les ofrece un ambiente óptimo para la conservación de estas mariposas, y para igualar el lugar al espacio donde se desenvuelven en la naturaleza, se han plantado diversas especies de sangregados, que son plantas con las que se pueden alimentar las orugas antes de convertirse en mariposas.
Además, se mantiene una temperatura adecuada para que se desarrolle como en su ambiente, además de que sirve como santuario para su reproducción y conversación.
Las Mariposas Cuatro Espejos representan un valioso patrimonio cultural y ecológico en Cócorit, Sonora. Su protección no solo es esencial para la preservación del equilibrio ecológico, sino también para salvaguardar las tradiciones y la identidad de las comunidades yaquis y mayos.
El esfuerzo conjunto de la comunidad, autoridades y organizaciones locales puede garantizar la supervivencia de esta especie, para que siga contribuyendo a la riqueza cultural de la región.
¿Ya conocías esta especie?
Fuentes: Tus Buenas Noticias, Meganoticias, México Desconocido