En Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, una calle llevará el nombre de Marisela Escobedo, activista asesinada en 2010 mientras buscaba justicia por el feminicidio de su hija
La activista Marisela Escobedo, asesinada en 2010 mientras buscaba justicia por el feminicidio de su hija Rubí Marisol, ha sido reconocida en el municipio de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, con una calle con su nombre. Para esto se renombrará la calle Héroes del Carrizal.
La placa de la calle ahora llevará inscrito el nombre de Marisela Escobedo Ortiz, en honor a su valentía y lucha por la justicia en México. La decisión fue aprobada por unanimidad en sesión de cabildo del municipio el pasado martes 14 de marzo, tras una propuesta presentada por un grupo de activistas locales y apoyada por la regidora Silvia Orozco.
Este reconocimiento es un logro de la organización Mujeres Impulsoras por la Agenda de Nuevo Casas Grandes, quienes buscan reconocer y enaltecer la imagen de todas aquellas mujeres que luchan por generar cambios positivos en la estructura social. Con este gesto, se honra la memoria de Marisela Escobedo, quien dejó al descubierto un caso plagado de negligencia, corrupción, falsos culpables fabricados por las autoridades y evidencias del crimen organizado ligado a instituciones de gobierno.
La lucha de Marisela Escobedo: una historia de búsqueda de justicia
El caso de Marisela comenzó en 2008, cuando su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo desapareció en Ciudad Juárez, Chihuahua. Tras una intensa búsqueda, el cuerpo de Rubí fue encontrado quemado en un tiradero de desperdicios de cerdo llamado Las Marraneras el 30 de agosto de ese año. A pesar de las pruebas incriminatorias y la confesión del sospechoso, el tribunal estatal lo absolvió en 2009 debido a un error en la presentación de pruebas.
La madrugada posterior a su asesinato, un hombre llegó visiblemente alterado a una de las estaciones de Policía de Ciudad Juárez, Rafael Gómez Rojas informó que su hijastro Sergio Barraza, de 25 años, había llegado a su casa de la colonia 16 de Septiembre para decirle que había matado a Rubí. El caso fue atendido por los policías municipales Gabriel Atayde Gameros y Juan Manuel Arguijo, adscritos a la estación Delicias, quienes al no encontrar pruebas no se hizo nada por buscar a Rubí ni informar a sus familiares en un periodo de cuatro meses. Ni tampoco seguir la pista de Barraza.
La familia de Rubí daban por hecho que ella, junto con Sergio y su hija recién nacida, se habían ido a vivir al estado de Aguascalientes; una mentira que él les hizo llegar para que no los buscaran. Rubí, a su vez, había dejado una supuesta nota de despedida, la cual encontró su hermano Juan Manuel Fraire, pero “le pareció que no era su letra”. La relación y comunicación de las familias no era buena, pues Sergio mantenía una relación de control sobre la hija de Marisela, a quien esperaban para las celebraciones navideñas.
Después de lo ocurrido Marisela Escobedo decidió hacer investigaciones por su propia mano, enfrentándose a una serie de actos rodeados de burocracias, impunidad y más violencia. Un 16 de diciembre de 2010, Marisela se plantó frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua para exigir la recaptura del asesino de su hija, ahí fue asesinada a tiros. La historia de Marisela se convirtió en un símbolo de la violencia y la impunidad que prevalecen en México en relación con los feminicidios y la violencia de género.
En 2020 Netflix, VICE Studios y Scopio, lanzaron el documental “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, una película realizada después de una exhaustiva investigación en la que se contó con una gran cantidad de materiales entre los que encuentran diarios, fotografías y videos familiares, entrevistas nunca antes vistas, 3,707 hojas de expedientes, más de 100 solicitudes de información, más de 21 horas de audiencias en video y una línea de tiempo con 342 sucesos registrados.
¿Qué opinas del nobramiento de la avenida en honor a Marisela Escobedo?
Fuente: La Jornada, El Universal, Grupo Reforma, La Lista.