Los Ángeles, California, vivió con fuerza las manifestaciones de la Moratoria Chicana en 1970, un movimiento que reforzó la identidad de los chicanos
A mediados de 1970, en Estados Unidos, miles de manifestantes protestaron en la zona este de Los Ángeles, California. El principal motivo era la gran cantidad de mexicoamericanos que formaban parte del servicio militar durante la guerra de Vietnam, mismos que morían de forma desproporcionada en comparación con los estadounidenses. Sin embargo, lo que era una marcha por la paz se convirtió en una lucha social que resultó en decenas de arrestados, abusos policiales y el asesinato de Rubén Salazar, columnista de Los Angeles Times y director de noticias de KMEX-TV. A este evento se le conoce en la historia como la Moratoria Chicana.
La imagen de Rubén Salazar en la Moratoria tuvo una relevancia similar a la de Martin Luther King Jr. para los movimientos afroamericanos, pero en este caso para la comunidad mexicoamericana. En un sentido similar, la Moratoria Chicana representó un obstáculo para los movimientos latinos en Estados Unidos, principalmente por la desilusión y coraje ante la respuesta de las autoridades. Sin embargo, en la actualidad este evento que se conmemora cada 29 de agosto representa un compromiso por la lucha vigente por los derechos civiles de los mexicoamericanos.
La Moratoria Chicana empezó a tomar fuerza en 1969 en la ciudad de Los Ángeles. Esta ciudad que se fundó por mexicanos había empezado a transformarse de forma drástica. El movimiento por los derechos civiles se extendió por distintas zonas del suroeste de Estados Unidos. Fue entonces que los activistas mexicoamericanos comenzaron a llamarse a sí mismos chicanos, término que hoy en día se utiliza para referirse a los estadounidenses de origen mexicano.
En este sentido, la Moratoria Chicana representa el primer paso de los chicanos en Estados Unidos para alzar la voz ante generaciones de racismo, discriminación, abusos policiales, condiciones sociales deficientes y, por supuesto, la visibilización de que eran más los militares mexicoamericanos los que se reportaban fallecidos durante la guerra de Vietnam. El papel de Rubén Salazar durante las manifestaciones de la Moratoria Chicana fue un impulso a la comunidad, incluso en una de sus primeras columnas para LA Times, escribió sobre lo que era ser chicano.
“¿Qué es, entonces, un chicano? Los chicanos dicen que si tienes que preguntar nunca entenderás y mucho menos te volverás chicano. En realidad, la palabra chicano es tan difícil de definir como ‘alma’”, subrayó en la publicación realizada el 6 de febrero de 1970, donde tocó temas que apuntaban a los insultos hacia la comunidad y también a aquellos mexicoamericanos que sentían despectivo el término chicano, señalando que se les había “lavado el cerebro” a una orientación anglosajona.
¿Cuál era el trasfondo de los reclamos de los mexicoamericanos durante la Moratoria Chicana?
En términos generales, los motivos que llevaron a realizarse las manifestaciones de 1970 fueron las razones ya mencionadas. Sin embargo, el movimiento de la Moratoria Chicana iba más allá de lo que sucedía en aquel presente, pues justo ahí toma sentido usar la palabra moratoria, misma que se materializa como un plan que apunta a quienes no cumplieron con una determinada obligación. Los chicanos, al ser la segunda minoría más grande en Estados Unidos, usaron el término chicano como manifestación para no nombrarse simplemente estadounidenses, pues buscaban visibilizar cómo los gobiernos anglosajones los habían desplazado, privándoles de las mismas oportunidades sociales por motivo de su raza.
“Los mexicoamericanos promedian ocho años de escolaridad en comparación con los 10 años de los negros. Los trabajadores agrícolas, la mayoría de los cuales son mexicanoestadounidenses en el suroeste, están excluidos de la Ley Nacional de Relaciones Laborales, a diferencia de otros trabajadores. Además, los mexicoamericanos a menudo tienen que competir por trabajos mal pagados con sus hermanos mexicanos del otro lado de la frontera que están dispuestos a trabajar por menos. Los mexicoamericanos tienen que vivir con el hecho punzante de que la palabra mexicano es sinónimo de inferior en muchas partes del suroeste”, señaló Rubén Salazar en su columna “¿Quién es chicano? ¿Y qué es lo que quieren los chicanos?”.
Chicanos que formaron parte de las manifestaciones durante la moratoria, han compartido sus historias, asegurando que se trataba de algo pacífico que se recuerda con dolor al haber sido atacados por elementos policiales. Sin embargo, muchos de ellos y sus descendientes consideran que la moratoria se vive en el presente. Mario T. García, un prolífico estudioso del movimiento chicano, escribió que la Moratoria y los activistas sentaron las bases para el empoderamiento latino que se vive en el sureste.
¿Conocías esta parte de la historia mexicoamericana?