Erika Barnett y Alberto Mellado encabezan la iniciativa para preservar los manglares de la Nación Comcaac
La comunidad perteneciente a la Nación Comca’ac plantó más de cuatro mil manglares rojos para combatir el cambio climático y abonar a la protección de especies.
La iniciativa surgió de Erika Barnett y de su esposo Alberto Mellado, originarios de Punta Chueca y El Desemboque. Estas dos comunidades indígenas integran al pueblo indígena comca’ac.
Al ver cómo se secaban los manglares, la pareja comenzó a cultivar plántula de mangle en el patio de su casa para apoyar la preservación de esta flora.
Desde 2009 comenzaron a realizar ensayos para conocer mejor el mangle y dominar la técnica de cultivación y reproducción, así como para evitar que se secara.
Mil piezas fueron las primeras que lograron crecer solas y con escasos recursos, hasta que diversas organizaciones se unieron al proyecto de rescate.
Borderlands Restoration es una de estas aliadas. En 2020 la organización se unió a la causa con materiales para construir el vivero y sumar a su protección. También proveyeron a la nación con paneles solares y apoyaron la ampliación de pastos marinos en el Canal del Infiernillo, ubicado sobre la Isla del Tiburón, la isla más grande de México.
Importancia ecológica de los manglares
La pareja detalló que los manglares son necesarios y fundamentales para la comunidad, pues sirven de protección contra el fuerte oleaje, evitan la erosión del suelo y son hogar de especies marinas.
Acorde a la Organización de las Naciones Unidas, los mangles extraen hasta cinco veces más carbono de la atmósfera que los bosques. El más grande se encuentra en Tahejök o la Isla del Tiburón, patrimonio de la Nación Comca’ac. El mangle más importante por su biodiversidad y extensión es el Estero del Sargento, en el territorio de Punta Chueca.
Debido al calor extremo y la carencia de agua, es difícil lograr casi cualquier cultivo de semilla, mas no imposible. Gracias al trabajo de tres años, son nueve las familias que ya cultivan el mangle y hasta cuentan con sus propias hortalizas orgánicas.
Rábanos, tomate cherry y bola, calabacitas, zanahoria, betabel, ajos, maíz, espinaca, acelga, cebollas, lechuga y papas, son algunos de los alimentos que ya producen los seris.
Así es como una preocupación logró que el grupo comca’ac ahora cultive, luche contra el cambio climático y eduque a sus niños para compartir y continuar el conocimiento.
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