En Europa esta es una actividad que ya cuenta con formación profesional en instituciones educativas
Pedro Silva es un psicólogo canino. O un encantador de perros. Si bien Pedro es psicólogo de profesión, durante los últimos años se ha dedicado a estudiar ya no la psique de las personas, sino la de los perros. Con esa información creó Kupernico Psicología Canina en Playas de Tijuana.
Egresado de la licenciatura en psicología de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Pedro se considera a él mismo como un “psicoperrólogo”, término que inventó para al atender a los canes.
Kupernico es considerado por Pedro Silva como un espacio de rehabilitación. Ahí se ofrece atención psicológica, lenguaje perro-humano y desensibilización sensorial.
En Kupernico, los canes podrán aprender y dejar atrás los padecimientos que los aquejen. Sin embargo, si los dueños de estos animalitos no se transforman a la par, es probable que los “lomitos” requieran de nuevo atención psicológica.
«Por eso es muy importante trabajar con ellos y, curiosamente, me cuesta mucho más trabajo que las personas conozcan el lenguaje perro-humano. Me es más difícil trabajar con el humano que con el perro».
Pedro Silva, psicoperrólogo de Kupernico
El padecimiento más común que atiende Pedro Silva
El psicoperrólogo cuenta que es muy común que las personas lleguen con sus perros por un problema de excitabilidad. Esto puede suceder dado que, usualmente, las personas buscan compañía canina para juego o vigilancia; sin embargo, el perrito quiere brincar y jugar.
El especialista señala que se trata de identificar lo que generó esa excitabilidad, nerviosismo o ansiedad en el can. Agrega la importancia de que el animal no sea atendido con violencia, como puede ser el método en algunas academias, pues si bien esto podría solucionar temporalmente el problema, generaría también nuevas preocupaciones y miedos.
«Nosotros también vamos a poder entender de esa manera, pero no vamos a hacerlo con la misma intención, que si nos explica detalladamente, no hay que cruzar la calle, porque puede pasarte esto. Que es muy diferente el soltar un manotazo y decir no puedes hacerlo. En una entiende por qué y en otra dice, no voy a hacerlo porque me van a golpear».
Pedro Silva, psicoperrólogo de Kupernico
El trabajo en Kupernico
Pedro Silva comenta que su trabajo en promedio lo logra en seis sesiones, pero que realmente es una labor que humano y perro se llevan para toda la vida. La sesión suele durar una hora, en la que puede atender a más de un perro a la vez.
Silva señala que en el pasado cometió algunos errores con perros, que ahora procura no repetir.
Aunque busca especializarse en la psique de los perros, reconoce que la psicología humana es más compleja, pues las personas agregan emociones y contextos específicos a la ecuación, mientras que el perro tiene una conducta con unas pocas de emociones.
Carrera en psicología canina
En Europa se presentan formaciones más académicas de lo que Pedro Silva aprendió empíricamente. Avanza, un sitio español de infoempleo, señala que la formación de psicólogo canino o adiestrador de perros tiene cada vez más demanda debido a que un perro ya se considera miembro de familia, no solo una mascota.
De esta forma, cuando hay alguna patología o algo que mejorar se acude con un especialista. Es ahí donde entra el psicólogo canino, para saber cómo ayudarlo y brindarle las herramientas adecuadas a su humano.
Con información de El Sol de Tijuana, Kupernico y Avanza.