Con los cambios en el sistema de pensiones en 2020, millennials y centennials deben analizar y actuar ante el panorama poco favorable
Para los millennials (nacidos entre 1981 y 1997) y centennials (nacidos entre 1997 y 2015), el futuro se puede percibir confuso, sobre todo cuando se toca el tema de las pensiones y jubilaciones. El camino que se enseñó sobre estudiar y conseguir un trabajo que permita un retiro digno en los últimos años de vida, podría ya no ser suficiente.
En 1997, los cambios en la Ley del Seguro Social estipulaban que un trabajador debía cotizar 1 250 semanas; la pensión que recibía dependía del monto acumulado por el solicitante en la cuenta que lleve en una Administradora de Fondos para el Retiro (Afore), que son entidades privadas. A finales de 2020, el Congreso aprobó diversas reformas a las leyes del Seguro Social y del Sistema de Ahorro para el Retiro. Entre los cambios se encuentra la reducción de las semanas de cotización a 1 000 o 19 años en los sistemas de Seguridad Social.
Otra de las modificaciones es que los empleadores tendrán que triplicar las aportaciones que hacen a las Afores, al pasar del 5.1% del sueldo del trabajador a 13.7%. El incremento se dará de modo gradual en aproximadamente 1%, a partir de enero de 2023. Esto significa que el trabajador podrá ahorrar 15% de su salario base, ya que el Gobierno aportará el otro 1.3% para que pueda invertir sus recursos en el mercado accionario a través de las Afores.
Sin embargo, los expertos aseguran que este sistema será insostenible debido a las condiciones precarias e inestables del mercado laboral. Además, con el outsourcing (subcontratación o tercerización), la modalidad del trabajo independiente y las malas prácticas laborales por parte de patrones, las posibilidades de una jubilación digna son prácticamente inexistentes para las generaciones de jóvenes.
De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo elaborada por el Inegi, cerca de 30.5 millones de trabajadores se encuentran en algún grado de informalidad laboral; es decir, el 54.9% de la población ocupada. En consecuencia, expertos como Moisés Pérez Peñaloza, especialista en sistemas de pensiones, aseguran que de no contar con prestaciones o con solo una parte de ellas en el sistema formal, hace más importante el ahorro voluntario, pues “de lo contrario se anulan los beneficios para los que fue pensada la reforma”.
La realidad en México sobre las pensiones
Al cierre de 2021, en México se tenían registradas poco más de 70 millones de cuentas resguardadas por alguna de las 10 Administradoras de Ahorro para el Retiro (Afores), esto según datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar). Del total, 38.6% corresponden a trabajadores menores de 36 años.
Por otra parte, según señaló la Primera Encuesta Nacional de Trabajadores Independientes/Por su Cuenta: Llamada de Alerta, elaborada por la Consar, se advirtió que a diez años de que la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro (LSAR) permitiera a los trabajadores independientes abrir una cuenta en una Afore, únicamente 261 165 (de un universo potencial de 28 millones de mexicanos) se han registrado en alguna administradora para comenzar a ahorrar para su futuro.
Dentro de este mismo panorama, las generaciones centennial y millenial son conscientes de que deben ahorrar para su retiro para poder recibir pensiones. Sin embargo, del 87% de los trabajadores que entrevistó la Consar y aseguraron que deben hacer contribuciones a su Afore, solo 15.8% lo está haciendo y el 91.2% no sabe cuánto debe ahorrar para poder retirarse.
Además, 18.7 millones de los 52.9 millones que conforman la población económicamente activa de México dispone de seguridad social. Esto significa que solo el 35% de los mexicanos está en condiciones de jubilarse.
El desafío para el futuro
Las pensiones son un tema que debe verse con perspectiva a largo plazo, pues implica evitar que en el futuro los adultos mayores estén en condiciones de pobreza. Cientos de expertos en el tema están de acuerdo en que la alternativa que tienen los trabajadores jóvenes hoy en día es el ahorro voluntario para el retiro, esto adicional a cualquier ahorro obligatorio que se haga por parte de los empleadores.
La Consar informó que el ahorro ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos cinco años de alrededor de 1.5% del total administrado por las Afores, que corresponden en su mayoría a las aportaciones de empleadores y a rendimientos. Ante esto, el saldo promedio en las Afores de los trabajadores es de 96 437 pesos.
Durante el EF Meet Point Virtual “Pensiones, ¿Un retiro seguro?”, Pedro Vásquez Colmenares, economista y consultor experto en Seguridad Social, aseguró que además del ahorro, los jóvenes deben exigir una reforma a los sistemas de seguridad social y de pensiones. Asimismo, indicó que esta debe tomar en cuenta a los millennials y centennials que están ingresando al mercado laboral desde la informalidad.
“Mientras el Estado no resuelva las reglas para incorporarlos de manera regular a un sistema de ahorro y protección social, van a quedar expuestos. Exentos de los beneficios de tener un ahorro para una pensión digna. El mayor riesgo es que a nuestros actuales jóvenes productivos, no los protejamos”, dijo Vásquez Colmenares.
Por otra parte, está el problema de la falta de cultura del ahorro en los jóvenes y educación financiera. Según Gustavo Méndez, socio líder de Servicios Financieros en Deloitte Spanish Latin America, las generaciones de millenials y centennials se encuentran en etapas laborales en las que sus ingresos todavía no son tan grandes como para generar ahorros, sumado a los hábitos de consumo.
¿Qué alternativas hay para el retiro?
Liliana Olivares, directora y fundadora de ADULTING, una plataforma de finanzas personales enfocada en millennials y centennials, mencionó a Forbes algunos consejos de ahorro que se deben tomar en cuenta.
1. Ajustar los montos de ahorro
En la etapa estudiantil o cuando no se tienen gastos de manutención, como pagar renta y servicios, lo recomendable es ahorrar mínimo el 40% de los ingresos. Más adelante, una vez lograda la independencia, el ahorro debe estar al 30% de tus ingresos. Finalmente, en la etapa más sólida como adulto mayor, el ahorro podría reducirse hasta 10%.
2. Contar con un ahorro para emergencias
Tanto asalariados como trabajadores independientes deben tener un ahorro mensual del 30%. Además, se debe contar con un fondo para emergencias que corresponde a tres meses de sueldo. En el caso de trabajadores independientes se recomienda calcular el fondo según los gastos fijos, tomando en cuenta un periodo de tres a seis meses según la inestabilidad de la industria.
3. Contrata un plan de retiro
Una opción para complementar las Afores es contar con un Plan Personal de Retiro. Este se trata de un producto de ahorro e inversión a largo plazo y se ofrece en instituciones privadas como aseguradoras. Aquí debes prestar atención en las tasas de rendimiento y revisar que sean entidades serias.
4. Pon un límite a tus gastos
Los primeros sueldos pueden parecer atractivos para ser gastados en gustos, sin embargo, se aconseja que, sobre todo en la etapa de los 20, tener un límite de gastos. Sobre este, el 30% mensual se puede destinar a lujos y el otro 30% a los gastos básicos, tomando en cuenta un ahorro del 40%.
¿Tú estás ahorrando para tu retiro?