Un pino de Navidad que acaba convertido en astillas para carpintería o es quemado como leña tiene una huella de carbono de 3.5 kilogramos de Co2. Si el árbol termina descomponiéndose en un vertedero, su huella aumenta significativamente a 16 kilogramos.
Con la llegada de las fiestas navideñas, viene el dilema al momento de adquirir un árbol de navidad natural o adquirir uno de plástico, debido a que se trata de un elemento importante para la decoración de fin de año, sin embargo, tienen sus ventajas y desventajas que deben tener en cuenta antes de tomar una decisión.
De acuerdo con la información de Rick Dungey, portavoz de la National Christmas Tree Association, todos los grupos medioambientales y los científicos afirman que deberíamos usar un árbol real.

Lo anterior debido a que los árboles artificiales son fabricados a partir de un tipo de plástico denominado policloruro de vinilo (PVC), un derivado del petróleo que puede contener plomo y otras sustancias tóxicas.
Además, según el Departamento de Comercio estadounidense, en torno al 80% de los árboles falsos se fabrican en China, donde la mayor parte de la electricidad se genera a partir de la quema de carbón, una de las fuentes de combustible más contaminantes.

Luego de fabricarlos, los árboles se envían a su destino, normalmente en barcos con motores diésel, lo que genera todavía más emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.
Huella de carbono del pino navideño artificial
Es importante señalar que, la huella de carbono es la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, que produce el ser humano al fabricar un producto o realizar sus actividades diarias, es la huella de carbono que deja nuestro paso en el planeta. Se expresa en toneladas de Co2 emitidas.
Con base a la información de un informe de la organización británica Carbon Trust, un pino navideño que acaba convertido en astillas para carpintería o es quemado como leña tiene una huella de carbono de 3.5 kilogramos de Co2. Si el árbol termina descomponiéndose en un vertedero, su huella aumenta significativamente a 16 kilogramos.

La huella de carbono de un árbol artificial, es bastante mayor, hasta de 40 kilogramos de Co2, por lo que resultaría más sostenible siempre que fuera reutilizado por al menos 12 años, en comparación con uno natural que termina convertido en astillas.
Una Navidad sostenible
Por su parte, Bill Ulfelder, director de The Nature Conservancy en el estado de Nueva York, además de que un árbol artificial puede reutilizarse, tiene una esperanza de vida corta, pues la familia media mantiene el mismo árbol artificial durante cinco o seis años y después acaba en un vertedero y se queda ahí, pues no es biodegradable.
Los árboles reales son completamente reciclables, aunque Ecologistas en Acción estimó en 2011 que más de 2 millones de árboles acabarían en los vertederos tras su uso decorativo en los hogares, sin embargo, cada vez más empresas y organizaciones en España se dedican al cultivo, venta y reciclaje de este tipo de árboles, evitando la tala indiscriminada.

La empresa Mi árbol de Navidad, que además de llevar el árbol hasta tu casa, lo recoge una vez se acaban las fiestas para elaborar composta. Además, la Escuela de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid ofrece árboles solidarios y respetuosos con el medio ambiente.
Pinos que pueden ser utilizados como árboles naturales de Navidad
- Abeto de Douglas
El abeto de douglas (Pseudotsuga menziesii) es una de las opciones más populares para la Navidad. Su follaje denso y de color verde brillante lo hace destacar en cualquier hogar.
Este pino se caracteriza por contar con un aroma fresco y suave a pino. También, cuenta con ramas robustas que son ideales para colgar adornos pesados sin perder su forma durante semanas.
El Abeto de Douglas crece de forma natural principalmente en la Sierra Madre Occidental, en Chihuahua, Durango, Sonora y Zacatecas, y en la parte norte de la Sierra Madre Oriental en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.
- Pino Silvestre
El pino silvestre (Pinus sylvestris) es conocido por su resistencia y su capacidad de mantener sus agujas por mucho tiempo.
Entre sus principales características están sus hojas color verde azulado, su resistencia a la sequía debido a que se adapta a diferentes climas, siempre y cuando se tenga un ruego moderado durante su uso. Además, cuenta con una forma cónica natural y no será necesario recortarlo.
Este pino silvestre se da en las zonas montañosas del sur de México, así como en la Sierra Madre Oriental y Sur, así como en las Sierras de Chiapas, Oaxaca y Baja California.
- Pino Blanco del Este
El pino blanco del este (Pinus strobus) es una opción única gracias a sus largas agujas suaves y flexibles. Sus principales ventajas están la textura delicada, su color verde plateada y la ligereza de sus hojas, que, a pesar de no ser fuertes, funcionan bien para adornos ligeros.
Este pino habita en la región montañosa de Chihuahua y el sureste de México, como los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
Los árboles naturales de Navidad no solo aportan autenticidad a tu decoración, sino que también son una opción sostenible. Al comprarlos en viveros locales, apoyas economías rurales y fomentas la reforestación, ya que estos árboles suelen ser cultivados en plantaciones especializadas.
Origen del pino navideño
Las raíces de esta tradición vienen de muchos siglos atrás. Antes de la llegada del cristianismo a Europa ya existía un culto al árbol adornado, algo a lo que los nórdicos concedían un gran simbolismo relacionado con el árbol Yggdrasil. En su transmisión el sacerdote Bonifacio tuvo un papel fundamental cuando trató de transmitir el evangelio a los pueblos germanos paganos.

Con información de National Geographic, Admagazine, Sostenibilidad