El consumo de alcohol durante el día, conocido comúnmente como «day drinking», puede ser una experiencia peculiarmente distinta en comparación con beber durante la noche, conoce por qué sucede esto.
Beber alcohol durante el día puede parecer una actividad inofensiva, pero muchos han notado que se siente muy diferente comparado con beber por la noche. Ya sea en una carnita asada, un desfile o antes de un partido de fútbol, el consumo diurno de de cerveza, vino o destilados tiene sus particularidades que pueden afectar tanto el cuerpo como la mente.

A diferencia de las actividades nocturnas que suelen tener un final natural, como el cierre de bares o el término de una cena, el consumo diurno de alcohol puede extenderse sin límites claros. Esto puede llevar a una mayor ingesta de alcohol y a un mayor riesgo de intoxicación.
Según el Dr. Akhil Anand, psiquiatra de la Clínica Cleveland, beber durante el día puede hacer que las personas pierdan la noción de cuánto están consumiendo, especialmente si no están comiendo lo suficiente para amortiguar los efectos del alcohol. Esto no solo aumenta la probabilidad de emborracharse más rápido, sino que también puede dificultar la recuperación posterior.
Beber alcohol de día tiene un impacto negativo en el ciclo de sueño
Una creencia común es que beber durante el día permite al cuerpo procesar el alcohol antes de dormir, mejorando así la calidad del sueño. Sin embargo, esto no siempre es cierto, el alcohol puede interrumpir el ciclo natural de sueño-vigilia, incluso si se consume mucho antes de acostarse.

El Dr. Anand explicó que el consumo diurno de alcohol puede llevar a una sedación temprana, lo que puede resultar en despertares nocturnos y un sueño fragmentado.
Además, la necesidad de dormir una siesta después de beber puede desajustar aún más el horario de sueño, causando dificultades para conciliar el sueño más tarde y perpetuando un ciclo de mal descanso.
Riesgos de deshidratación
El alcohol es conocido por sus propiedades deshidratantes, y este efecto se magnifica cuando se consume bajo el sol. Durante el día, especialmente en climas calurosos, la combinación de alcohol y exposición solar puede llevar a una deshidratación severa.

Expertos señalan que la pérdida de líquidos y electrolitos esenciales debido al sudor y a la micción frecuente puede intensificar los síntomas de intoxicación, como la fatiga, el mareo y la desorientación.
Esto no solo aumenta el riesgo de resacas más severas, sino que también puede agravar los síntomas de ansiedad post-consumo.
Ansiedad y estado de ánimo
El consumo de alcohol puede tener efectos inmediatos en el estado de ánimo y la ansiedad, y beber durante el día no es una excepción. La ansiedad acompañada con la resaca puede ser especialmente pronunciada después de una borrachera durante el día.

La psicóloga clínica Thea Gallagher, de NYU Langone Health, explica que los síntomas físicos de la resaca, como las manos temblorosas, las náuseas y los mareos, pueden desencadenar una ansiedad intensa. Esta sensación puede aparecer horas después de haber comenzado a beber, haciendo que la tarde o noche se sienta incómoda y estresante.
¿Cómo beber de manera segura durante el día?
Para quienes eligen participar en el consumo diurno de alcohol, es crucial hacerlo de manera responsable para minimizar los efectos negativos. Algunas recomendaciones incluyen: No comenzar el día con alcohol, alternar bebidas alcohólicas con agua y tomarse el tiempo para evaluar cómo se siente después de cada bebida. Establecer límites y decidir cuántas bebidas se van a consumir y fijar una hora para dejar de beber.

Beber alcohol durante el día puede ser parte de una celebración divertida, pero es esencial ser consciente de los riesgos y tomar medidas para proteger la salud y el bienestar. Así, se puede disfrutar del evento sin comprometer el descanso ni la tranquilidad mental.
¿Te gusta el day drinking?
Fuentes: The New York Times, Cleveland Clinic, Vanguardia