El rancho El Aribabi incluye lomeríos, cerros bajos, montañas, valles, cañones, ríos y arroyos, ofreciendo a sus visitantes una diversidad de elementos paisajísticos.
Ubicado a 56.3 kilómetros al sur de la frontera entre Estados Unidos y México está el Rancho de Conservación El Aribabi, mismo que desde el año 2000, uno de sus propietarios, Carlos Robles Elías, ha realizado esfuerzos para la conservación de los recursos naturales de este lugar.
El rancho, que comprende una superficie de 13 mil hectáreas, se localiza en el municipio de Ímuris en la zona serrana del norte de Sonora, a tres horas de Hermosillo y a menos de 50 kilómetros al sur de la línea fronteriza con los Estados Unidos. La entrada al rancho está ubicada en el kilómetro 131 + 900 de la carretera federal número 2, entre las poblaciones de Ímuris y Cananea.
Cabe destacar que, entre los rasgos geográficos del rancho El Aribabi incluye lomeríos, cerros bajos, montañas, valles, cañones, ríos y arroyos, ofreciendo a sus visitantes una diversidad de elementos paisajísticos.
Además, hacia el noroeste del rancho, se perfilan las sierras La Mariquita y La Elenita, mientras que el cerro Azul domina el horizonte hacia el sur-sureste. Hacia el norte y el oeste, las sierras El Pinito, Mesa Bonita y los cerros del Bellotal presiden los atardeceres del rancho. Frente a la casona del rancho, las aguas del Río Cocóspera se desplazan hacia el sur-sureste, entre cerros y cañones.
En el noreste, montañas aisladas denominadas “islas serranas” sostienen comunidades de encinares y bosques de pinoencino en una región construida por un archipiélago de montañas y lomeríos que se extienden hacia el noreste de la Sierra Madre Occidental. En esta zona se realiza la transición de los trópicos del Nuevo Mundo hacia la zona del hemisferio norte.
Importancia del rancho El Aribabi
Este rancho promueve el desarrollo sustentable y la preservación de la fauna silvestre de la región. En el norte de Sonora, los pastizales y matorrales del desierto se extienden desde Arizona y el oeste de Sonora a través de la región conocida como La Frontera.
Uno de los aspectos notables del rancho El Aribabi es la riqueza de su diversidad biológica. Un grupo internacional de ornitólogos, herpetólogos, mastozoólogos, botánicos, biólogos, ecólogos y geólogos de diferentes instituciones académicas y gubernamentales de México y Estados Unidos, han llevado a cabo trabajos de campo durante más de 10 años para conformar un inventario de los recursos biológicos del rancho, lo que ha resultado en la integración de una base de información.
Con el apoyo financiero de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de Biodiversidad (Conabio), alrededor de 415 especies de plantas fueron inventariadas en El Aribabi. Una colección de más de mil ejemplares, colectados en el rancho por la Universidad de Sonora.
Entre las especies animales registradas en el rancho El Aribabi destaca la presencia de especies tropicales como el ocelote y el jaguar, además del oso negro, así como algunos registros interesantes de aves, reptiles y anfibios.
La presencia de estas especies animales se debe en gran medida al buen estado de conservación de los hábitats del rancho, desde los bosques de río en el río Cocóspera, hasta los encinares y bosques de pinoencino en las partes más altas del cerro Azul, los matorrales desérticos y mezquitales en las partes bajas, y grandes zonas con pastizal natural presentes en todo el rancho.
Por otro lado, los encinares con mejor estado de conservación se localizan en las partes más altas, hacia el límite suroriental del rancho, donde se localiza el predio “Las Palomas”, denominado zona de conservación de la reserva.
Con información de El Aribabi, Visita Sonora