Aunque su música y su talento lo han llevado a escenarios internacionales, Romeyno Gutiérrez no olvida sus raíces rarámuri en Chihuahua
Quizás uno de los pueblos indígenas de México con las historias más interesantes sean los rarámuri, pues desde la Sierra Tarahumara de Chihuahua han surgido personas con sorprendentes habilidades como la corredora Lorena Ramírez o el youtuber Jaime Arm. Entre este reducido grupo, aparece también Romeyno Gutiérrez, el primer pianista indígena de América Latina.
Romeyno Gutiérrez, nacido en Retosachi, Guachochi, en una cueva, no es sólo pianista, sino también rarámuri pues lleva su cultura a donde va como embajador cultural de su comunidad. En la actualidad, estudia en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua y, a sus 32 años, es un estandarte de la diversidad cultural del estado.
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La vida de Romeyno está inextricablemente ligada a la de Romayne Wheeler, un pianista estadounidense que, fascinado por la cultura rarámuri, decidió dejar atrás su vida en Estados Unidos para residir en la Sierra Tarahumara en la década de 1980.
Wheeler conoció y forjó una profunda amistad con Juan Gutiérrez, un violinista destacado de la comunidad, y eventualmente se convirtió en el padrino de su hijo Romeyno, a quien bautizaron con el nombre del americano pero agregando una letra o, pues todos los nombres rarámuris deben terminar en vocal.
Romeyno creció bajo la influencia musical de su padrino, cuyos arpegios en el piano marcaron sus primeros pasos hacia la música. Fascinado por el instrumento y el sonido que producía, aceptó la invitación de Wheeler para aprender a tocarlo. La fascinación pronto se convirtió en habilidad, y Romeyno demostró tener un talento natural para el piano.
Romeyno Gutiérrez aprendió primero clásicos de Mozart que español
Bajo la tutela de Wheeler, Romeyno fue introducido a las obras de compositores clásicos como Mozart, Chopin y Schubert, mucho antes de aprender a hablar español. A medida que crecía y perfeccionaba sus habilidades, empezó a transcribir y adaptar la música de su pueblo al piano, creando una fusión única de piezas clásicas y música rarámuri.
Romeyno es una excepción y un ejemplo en su comunidad, donde el talento puede estar oculto debido a la falta de oportunidades. Consciente de su singularidad y del papel que juega en la difusión de su cultura, ha asumido la responsabilidad de representar a su pueblo, tanto en México como en el extranjero. Su música, una mezcla de sonidos clásicos y étnicos, ha resonado en los escenarios más prestigiosos, incluyendo el Palacio de Bellas Artes en México y otros escenarios en Europa y Estados Unidos.
El pianista rarámuri siempre viste con la indumentaria típica de su pueblo, portando con orgullo su identidad, transmitiendo su amor por la música y su gente en cada nota que toca. A través de sus presentaciones, Romeyno ha conseguido apoyar a su pueblo, destinando las ganancias de sus conciertos para combatir el hambre y para la construcción de infraestructura.
“Yo creo que el traje me ha llevado adelante porque es impactante para la sociedad, inclusive en Europa me esperan con ansias, deseando escuchar y conocer la cultura rarámuri. A veces en la introducción platico un poco de los rarámuris y por qué la música”, contó Romeyno Gutiérrez durante una entrevista.
A través de su música, Romeyno espera inspirar a otros, tanto dentro como fuera de su comunidad, a abrazar su identidad cultural y a buscar formas creativas de compartir sus propias historias y experiencias. Con cada tecla que presiona, Romeyno Gutiérrez está tocando la melodía de su gente, haciendo historia y demostrando que el idioma universal de la música no aleja a nadie.
¿Conocías la historia de Romeyno Gutiérrez?
Fuente: Canal Once, La Hora Nacional, El Heraldo de Chihuahua, México Desconocido, México Travel Channel, Sin Embargo.