La flor de los muertos, el cempasúchil, es un símbolo de la cultura en Durango. Los campos y el cuidado de quienes los cultivan, hacen de ellos un lugar atractivo para los turistas.
El cempasúchil, conocido como la flor de los muertos, es un símbolo bien arraigado en la cultura de Durango, pues durante muchos años su cultivo se lleva a cabo con dedicación y esmero a lo largo de varios meses. Esto convierte al estado en un importante contribuyente en la producción nacional de esta flor.
Esta flor surge de un arduo proceso que requiere paciencia y dedicación. Víctor Manuel Briseño, un productor de cempasúchil con 29 años de experiencia en su campo de cultivo Rancho Santa Teresa, ubicado en el kilómetro 2.5 de la carretera al Mezquital, relató sobre el proceso a El Siglo de Durango.
Él comentó lo siguiente: “Poco menos de medio año de trabajo es el tiempo que se lleva para obtener la flor de cempasúchil, la planta más popular de la cultura mexicana, la más usada cada 2 de noviembre y que curiosamente, ‘es la única que solo se cosecha para una sola venta'”.
La producción comienza con la siembra de las semillas en el campo, seguida de un cuidadoso proceso que incluye almacenamiento, trasplante, escarificación, fumigación y riego. Estos pasos son fundamentales para asegurar que la flor esté en su máximo esplendor cuando llegue el Día de Muertos.
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Una tradición que pasa de generación en generación
La flor de cempasúchil no solo es un símbolo cultural, sino también una forma de vida para los productores locales, como Don Víctor, quien heredó este negocio de varias generaciones y ve en la siembra de esta flor una pasión.
La cantidad de flores obtenidas de una siembra varía según factores como el clima y los cuidados, pero en ocasiones un solo manojo puede duplicar la cantidad esperada. Don Víctor contó que este año, la producción se vio afectada por aguaceros en los meses anteriores, pero a pesar de los desafíos, él y su familia mantienen un espíritu optimista y creen que “uno siempre cosecha lo que siembra”.
Durango y su contribución a la producción de cempasúchil
Aunque Durango no es uno de los principales productores en México, figura entre los diez estados que contribuyen a la producción de esta flor.
Mientras que lugares como la Ciudad de México, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo lideran la producción, Durango tiene un papel importante en el abastecimiento de cempasúchil de alta calidad. Los floricultores locales se enorgullecen de que el cempasúchil de esta región sea uno de los más importantes del país.
Según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en 2022 se cultivaron alrededor de 18 hectáreas de cempasúchil en Durango, tanto en la Región Laguna como en la capital.
A nivel nacional, se estima una producción de 27 millones de plantas de cempasúchil en el ciclo agrícola 2022, equivalente a unas 20 mil 245 toneladas. Esto garantiza el abasto de esta flor nativa para las celebraciones del Día de Muertos.
Un símbolo de vida y muerte en México
El cempasúchil es mucho más que una simple flor; es un símbolo arraigado en la cultura mexicana que representa tanto la vida como la muerte.
La palabra “cempasúchil” proviene del náhuatl “cempohualxochitl”, que significa “veinte flores” o “varias flores”. Durante el Día de Muertos, las familias mexicanas utilizan esta flor para honrar a sus seres queridos fallecidos, adornando altares, fachadas de sus hogares y tumbas en los cementerios.
Además de su papel en las ofrendas y altares, la flor de cempasúchil también ha tenido usos a lo largo de la historia, como teñir textiles, elaborar insecticidas y servir como medicamento para tratar diversos malestares, como el vómito, la indigestión y la diarrea. Esta flor, originaria de México, se ha convertido en un emblema de la cultura y la identidad del país.
Campos de cempasúchil en Durango atraen al turismo local
Durango se ha convertido en un atractivo destino para quienes buscan disfrutar de los campos de cempasúchil en su máximo esplendor. En la temporada actual, alrededor de 90 hectáreas se han transformado en un mar de color amarillo debido a la presencia de cempasúchil.
Uno de los lugares más destacados para admirar esta belleza natural es Villa Juárez, ubicada a unos 12 kilómetros de la cabecera municipal de Lerdo, en la Comarca Lagunera. Además del cempasúchil, en esta región también se cultiva la popular flor conocida como “mano de león”.
Estos campos se han vuelto lugares ideales para tomar fotos impresionantes. Los visitantes pueden ingresar y tomarse fotografías de manera gratuita, siempre y cuando soliciten permiso a los productores y sigan las recomendaciones para no dañar los cultivos.
Villa Juárez no es el único lugar en Durango donde se pueden encontrar estos escenarios fotogénicos, ya que otras localidades como Monterrey, Sapioriz, León Guzmán, 6 de Enero, Las Isabeles, El Sacrificio, La Loma y Los Ángeles también ofrecen la oportunidad de apreciar estos campos de cempasúchil.
¿Te ha tocado ver un campo de siembra de cempasúchil?
Fuentes: El Siglo de Durango, El Sol de Durango