La intensa sequía que afecta a México ha dejado a su paso no solo una presa seca, sino también el sorprendente redescubrimiento del pueblo de Sinaloíta, ubicado en el municipio de El Fuerte.

La persistente sequía en la zona norte de Sinaloa ha tenido graves repercusiones en la agricultura y ganadería, pilares de la economía local. Sin embargo, este panorama adverso ha revelado un hallazgo inesperado: la reaparición de un pueblo sumergido en las aguas de la Presa Miguel Hidalgo y Costilla, también conocida como El Mahone.
Las construcciones de Sinaloíta al descubierto
En medio de un paisaje cada vez más seco, resultado de la escasez de lluvias del año pasado, se pueden observar claramente los cimientos de caseríos, escuelas y otras construcciones de Sinaloíta. Este pueblo, al igual que otros en la región, fue abandonado cuando se cerraron las compuertas de la presa en 1956.
Desde kilómetros de distancia, se destaca la iglesia de Sinaloíta, una estructura que ha resistido el paso del tiempo. El templo de María Auxiliadora, con sus cuatro pilares y techo intacto, testifica la solidez de su construcción.
Estas edificaciones han servido de refugio para los pescadores durante la sequía, reflejando su propósito original, ya que los creyentes solían asistir a misas, especialmente oficiadas por el padre José Luis Ávila, para pedir por lluvias abundantes.Sinaloíta se encuentra a 12 kilómetros al norte de la cabecera municipal de El Fuerte, con acceso a través de Aguacalientita desde la carretera Los Mochis-Choix.

Otros espacios descubiertos cerca de Sinaloíta tras la sequía
En imágenes compartidas en Facebook, un pescador mostró un antiguo cementerio en el fondo de la presa Bacurato, ubicada en el municipio de Guasave. Las fotografías revelan tumbas con lápidas y cruces, y el pescador Félix Pérez Castro documentó su recorrido por la zona en video, causando asombro entre los internautas que compararon las imágenes con escenas de una película de terror.
Las imágenes de tumbas de cantera y estructuras de adobe desenterradas muestran comunidades que fueron reubicadas para la construcción de la obra hidráulica, revelando más fragmentos del pasado que emergen gracias a la sequía.
