Los Sonny Angels y Labubus, juguetes coleccionables de origen japonés, se convirtieron en un fenómeno viral gracias a TikTok. Estas figuras combinan nostalgia y azar, son un símbolo de las tendencias impulsadas por redes sociales, generando fiebre consumista entre jóvenes y adultos.
Ricardo Amador/NORO
Las redes sociales, especialmente TikTok, dieron un impulso a los Sonny Angels y los Labubus, pequeños muñecos japoneses que combinan el azar con el coleccionismo. Estas figuras, son reconocibles por su aspecto y sus originales accesorios temáticos en la cabeza, que conquistan a la generación Z.

Lo que las hace únicas es su sistema de compra: vienen en empaques cerrados, lo que significa que los compradores no saben cuál figura recibirán hasta abrirla.
El precio de los Sonny Angels varía considerablemente. En tiendas oficiales, cada figura cuesta alrededor de $945 pesos, mientras que en Amazon, alcanzan entre los $1 mil 500 y los $2 mil pesos.

Sin embargo, imitaciones más económicas, disponibles en bazares y sitios de comercio digital, comenzaron a proliferar. A pesar de los altos costos, muchos jóvenes están dispuestos a gastar cientos de pesos para completar sus colecciones. Influencers y celebridades, como la cantante Rosalía, contribuyeron a popularizar este producto, generando un efecto viral que agota las existencias en cuestión de horas.
Labubus, alternativa “tierna” que gana terreno
Mientras los Sonny Angels lideran el mercado, otro fenómeno emergente son los Labubus. Estas figuras, también coleccionables, destacan por su diseño adorable y temático.
Aunque no tienen la misma trayectoria que los Sonny Angels, los Labubus están comenzando a captar la atención de los consumidores, especialmente entre aquellos que buscan opciones nuevas o diferentes dentro del mundo del coleccionismo.

A diferencia de los Sonny Angels, los Labubus permiten elegir directamente el modelo deseado, eliminando el factor sorpresa. Este enfoque atrae a compradores que prefieren garantizar la obtención de su figura favorita.
Además, su precio más accesible y la variedad de estilos disponibles los han convertido en una opción popular, especialmente entre los más jóvenes.
TikTok es un motor de compras impulsivas
El impacto de TikTok en el consumo de productos como los Sonny Angels y Labubus es innegable. La etiqueta #TikTokMadeMeBuyIt resume cómo la plataforma fomenta tendencias virales que incitan a los usuarios a adquirir artículos recomendados por creadores de contenido.

Diversas encuestas dicen que más del 80% de la Generación Z utiliza TikTok regularmente, convirtiéndola en un escaparate digital ideal para productos coleccionables.
La emoción de abrir un paquete y descubrir qué figura contiene, combinada con la estética adorable de los Sonny Angels, llama la atención de millones de usuarios. Videos de unboxing, colecciones completas y comparativas entre productos se han vuelto recurrentes, incrementando la demanda de manera exponencial.
Sonny Angels y Labubus: un fenómeno cultural y comercial
El éxito de los Sonny Angels y Labubus trasciende lo comercial; también refleja tendencias sociológicas y psicológicas. Expertos coinciden en que estas figuras simbolizan una forma de conexión emocional con el pasado y una vía para pertenecer a comunidades en línea.

La dinámica del azar y el coleccionismo genera una satisfacción comparable a completar álbumes de cromos o colecciones infantiles.
Por otro lado, las tiendas físicas y digitales se enfrentan al reto de satisfacer la alta demanda. En algunos casos, se imponen restricciones para evitar que los clientes compren grandes cantidades, asegurando que más personas puedan acceder a estos productos.

A pesar de ser una moda que podría ser pasajera, tanto los Sonny Angels como los Labubus han dejado una marca en la cultura del consumo juvenil. Más allá de los precios y la exclusividad, su popularidad evidencia el poder de las redes sociales para transformar objetos simples en fenómenos globales.
¿Ya compraste tu Sonny Angel o tu Labubu?
Fuentes: El Mundo, El Periódico de España, Infobae