En China, los streamers están acampando en las zonas de clase alta para conseguir más visualizaciones y donaciones en transmisiones de vivo
Durante las últimas semanas se han viralizado algunos videos que parecen escenas sacadas de un episodio de la serie “Black Mirror”. Sin embargo, se trata de un fenómeno que está sucediendo en las calles de China, donde decenas de streamers e influencers hacen campamentos en las comunidades más adineradas para aumentar las donaciones que reciben a través de plataformas.
En los campamentos de streamer se suele ver a chicos y chicas, normalmente sentados en el suelo y solo con algunas cosas a su alrededor, pero principalmente un aro de luz, micrófono y un trípode para sostener los teléfonos celulares. Cada uno de los creadores que se ven en los videos se muestran haciendo distintas actividades, la mayoría relacionadas al canto o al automaquillaje.
Lo interesante de esta práctica, es que aunque estos streamers trabajan de forma individual, se reúnen de forma colectiva para retransmitir y las ubicaciones no son elegidas al azar. Los algoritmos tienden a mostrar a los usuarios de los canales de transmisión en vivo chinos a los streamers que tienen más cerca. En los lugares donde se ubican personas con mayores recursos económicos, las donaciones por ejemplo en TikTok tienen tendencia a ser más altas.
Llevando esta actividad a un escenario similar, sería una acción similar a que un mendigo se instale en zonas turísticas, comerciales o colonias de clase alta. Prácticamente se juega con la función de ubicación. Por otra parte, se ha detectado que las personas suelen hacer más donaciones a quienes consideran miembros de su comunidad.
El negocio de los streamers no es de unas cuantas monedas
Las plataformas chinas de transmisión en directo más populares son youku.com, que es propiedad de Alibaba; qq.com, propiedad de Tencent e iqiyi.com, propiedad de Baidu. Todas estas redes sociales permiten a los seguidores buscar la ubicación de los streamers, algo que no es posible con Twitch, puesto que se consideraría una violación de la privacidad y la seguridad de los usuarios.
Además, detrás de los perfiles de muchos de estos streamers que podrían parecer gente real, hay toda una industria. La revista china The Paper publicó cómo la ciudad de Guilin, al sur del país, muchos creadores son captados por agencias que les ofrecen información, asesoramiento y asistencia técnica. El servicio de estas empresas suele ser gratuito en las primeras transmisiones, pero a cambio se quedan con un porcentaje de lo que logren recaudar.
Aunque muchos streamers abandonan la actividad después de unos meses. Aquellos logran hacer todo un negocio, mismo que ha empujado a las plataformas a crear contenido educativo que ayude a estos creadores a potenciar sus números en las redes sociales. Más atención, más dinero.
En China este es un sector que mantiene en movimiento miles de millones de dólares. Por esta razón los gobiernos han trabajado para regular las actividades económicas de los streamers. En 2020 el mercado chino representaba una cuarta parte del mercado internacional, Forbes estimó que su valor llegaba hasta los 60.000 millones de dólares con más de 130 millones de cuentas de streamers activos.
El año pasado el gobierno aprobó una nueva regulación que incluye acciones de control y prohibición que pueda debilitar, distorsionar o negar el liderazgo del Partido Comunista Chino. También se exige que los influencers acrediten sus conocimientos, especialmente si dan consejos sobre medicina, economía o derecho. Además, con el objetivo de proteger a menores de edad, a quienes tienen menos de 16 años se les prohíbe conectarse a las plataformas a partir de las 22:00 horas.
¿Qué tan cerca crees que está México de llegar a algo así?
Fuente: Milenio, Level Up, ARA, Chilangadas.