Durante la temporada de verano, se recomienda no utilizar ropa negra debido a que se cree en el rumor de que atrae el calor.
Nancy Valenzuela / NORO
El debate sobre si vestir de negro en plena primavera o verano incrementa la sensación de calor es recurrente. Muchas veces, ante la ola de calor, surge la pregunta: “¿No tienes calor con esa ropa negra?”. Aparentemente, la respuesta lógica es que el negro, al absorber más luz solar, aumentará la sensación térmica. Sin embargo, la ciencia ofrece una perspectiva diferente que puede derribar este mito popular.
¿Qué dice la ciencia sobre usar la ropa negra en temporada de calor?
Arturo Quirantes, profesor de la Universidad de Granada, en España, explicó a la BBC que aunque es común pensar que la ropa negra absorbe la luz solar y la convierte en calor, esta afirmación no toma en cuenta un factor crucial: nuestro propio cuerpo también emite calor.
«Nosotros emitimos energía térmica. Si llevamos ropa blanca, el calor que emitimos rebota contra la tela y no puede salir. En cambio, si la tela es negra, lo absorbe, y si corre brisa, ésta se lleva el calor por convección, que es un mecanismo eficiente para mantenernos frescos», detalló Quirantes.
Para entender mejor estos conceptos, Quirantes utiliza el ejemplo de los beduinos. A menudo, se ve a estas personas en el desierto con túnicas negras, lo que lleva a muchos a cuestionarse si no estarán sufriendo más calor. La clave, según Quirantes, es que la ropa de los beduinos, además de ser negra, es suelta. Esto permite la creación de corrientes de convección que expulsan el calor del cuerpo de manera eficiente.
La explicación científica sobre el uso de color negro en verano
La explicación se basa en la física de la radiación y la convección térmica. Un objeto negro absorbe toda la luz que recibe, mientras que uno blanco la refleja. No obstante, cuando se trata de ropa, el color negro tiene la capacidad de absorber el calor generado por el cuerpo y, si la prenda es lo suficientemente holgada, el calor es eliminado por la brisa. De esta manera, las prendas negras pueden, en ciertos contextos, ayudar a mantener una temperatura corporal más estable y confortable.
Por otro lado, es importante considerar que el color de la ropa no es el único factor que influye en la sensación térmica. El tipo de tejido, la holgura de la prenda y las condiciones ambientales también juegan roles significativos. Las prendas sueltas y de materiales transpirables permiten una mejor ventilación, lo que contribuye a la regulación del calor corporal.
la prenda negra sí absorbe el calor, pero también facilita que el calor del cuerpo se disipe en presencia de una brisa, lo que puede resultar en una sensación de frescura inesperada. Esto significa que optar por ropa negra en temporadas calurosas no necesariamente incrementará la sensación de calor, especialmente si las prendas son adecuadas para permitir la circulación del aire.
Con información de Razón