Viento Negro muestra el panorama que vivía México en los años 30. La cinta está protagonizada por David Reynoso, quien interpreta a un especialista en construcción de vías de ferrocarril bajo el nombre de Manuel Iglesias.
Una de las tragedias más recordadas en la historia de Sonora fue llevada a la pantalla grande en 1965, cuando se estrenó Viento Negro, una película que retrató la muerte de cuatro hombres en el desierto de Altar en 1937.
Durante la presidencia de Lázaro Cárdenas y con la intención de conectar y modernizar a México, Viento Negro cuenta la historia de cuatro hombres que fueron encargados de rectificar las vías del primer ferrocarril en Baja California, mismo que conectaría con todo el país.
Gracias a este tren, en Mexicali habría una mayor conexión entre el norte y los diferentes estados del país. El proyecto corrió a cargo del ingeniero Jorge López, quien junto a Jesús Torres, Jesús Islas y Gustavo Sotelo, intentaron hacer historia en la zona norte de México.
Viento Negro retrata todo un panorama de la situación que vivía México en los años 30. La cinta está protagonizada por David Reynoso, quien interpreta a un especialista en construcción de vías de ferrocarril bajo el nombre de Manuel Iglesias. Eso sí, a diferencia de la historia original, la película muestra a cinco trabajadores.
David Reynoso, el protagonista de Viento Negro
David Reynoso tuvo gracias a este filme el primero de sus muchos protagónicos como actor en México y, sin duda, marcó un parteaguas en su carrera profesional; en tanto, la dirección de Viento Negro estuvo a cargo de Servando González.
Además, la muerte de los trabajadores se dio en el Desierto de Altar, en Sonora, mismo lugar donde se grabó la película en 1937, lo que le dio aún mayor realismo a la historia que se contaba.
También, para muchos analistas y especialistas, Viento Negro reflejó el entorno en el que muchos obreros eran expuestos a trabajar, es decir, en condiciones bajo presión, explotación laboral, situaciones de riesgo y con poca paga.
No obstante, de las condiciones en que los obreros eran expuestos a trabajar, el desierto es por sí solo un lugar muy peligroso para su andar, por su clima extremo y las condiciones de aislamiento que presenta.
Fuente: El Universal/Relato Historias