El encendido de la antorcha olímpica simboliza el inicio de los tan esperados Juegos Olímpicos. Desde su primera aparición en 1936, la antorcha ha experimentado una serie de transformaciones, reflejando la evolución del evento a lo largo de las décadas
Daniela Valenzuela / NORO
El inicio de los Juegos Olímpicos, que se celebra cada cuatro años, tiene un impacto global que paraliza al mundo entero. Las expectativas y la emoción se acumulan mientras los atletas de todo el mundo se preparan para competir por las codiciadas medallas, representando a sus países con orgullo y determinación.
La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos marca el comienzo oficial del evento y está cargada de simbolismo y tradición, siendo el encendido de la antorcha olímpica uno de los momentos más emblemáticos.
A lo largo de la historia de los Juegos Olímpicos, la antorcha ha experimentado numerosos cambios y modificaciones, adaptándose a cada sede y año. Estos ajustes han reflejado tanto los avances tecnológicos como las influencias culturales de cada país anfitrión, haciendo de la antorcha un símbolo del evento deportivo y constante evolución.
¿Cómo se enciende la antorcha olímpica?
La antorcha olímpica se enciende en Grecia, el país que dio origen a los Juegos Olímpicos en la antigua Grecia. Este acto inicial se realiza en el sitio histórico de Olimpia, utilizando una técnica de fuego solar concentrado con un espejo parabólico.
Una vez encendida, la antorcha inicia un viaje a través del mundo en una serie de relevos, recorriendo miles de kilómetros en su camino hacia la ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos de ese año.
Este recorrido no solo simboliza la conexión entre las antiguas y las modernas Olimpiadas, sino que también representa unión, paz y amistad que los Juegos buscan promover.
Evolución de la antorcha Olímpica
A lo largo de la historia, la antorcha olímpica ha pasado por una serie de cambios y modificaciones. Su diseño ha evolucionado desde los primeros modelos en 1936, cuando se utilizó por primera vez en los Juegos de Berlín, hasta las versiones contemporáneas, que a menudo incorporan innovaciones tecnológicas y artísticas.
Cada antorcha es única y refleja la cultura y el espíritu del país anfitrión, convirtiéndose en un símbolo importante del evento.
En cada edición de los Juegos Olímpicos, el trayecto de la antorcha olímpica es un espectáculo en sí mismo, involucrando a miles de corredores y celebraciones en ciudades y pueblos a lo largo de su ruta.
Este evento no solo crea un sentido de anticipación y entusiasmo a nivel global, sino que también une a las comunidades locales en la celebración de los ideales olímpicos. La antorcha olímpica, con su rica historia y su simbolismo duradero, sigue siendo un potente recordatorio del poder unificador del deporte y del espíritu olímpico que trasciende fronteras.
El recorrido de la antorcha olímpica
La antorcha olímpica ha sido transportada a través de una amplia variedad de lugares inesperados y desafiantes, mostrando su resiliencia y adaptabilidad como símbolo de los Juegos Olímpicos. En su trayecto hacia la ciudad anfitriona, ha atravesado remotos paisajes e incluso zonas de conflicto, superando obstáculos y reflejando el espíritu indomable de los Juegos.
Uno de los momentos más notables en la historia de la antorcha olímpica ocurrió durante los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964. Por primera vez en la historia, la antorcha fue transportada bajo el agua.
Otro ejemplo destacado de la adaptabilidad de la antorcha ocurrió durante los Juegos Olímpicos de Sídney en el año 2000. En este evento, la antorcha fue llevada en un viaje submarino que duró 2 minutos y 40 segundos.
A medida que la antorcha continúa su viaje a través de diversas ubicaciones y condiciones, sigue representando la esencia de los Juegos Olímpicos y el espíritu de superación y paz que los define.
Con información de GQ, Noir, Bola Vip y AS.