La Puerta de la Esperanza era abierta dos veces al año y se encontraba entre San Ysidro y Tijuana, en la frontera; el gusto duró hasta 2017, pues un año después se canceló el evento por una boda que se realizó con un presunto delincuente
Durante tres años, un evento marcaba uno de los momentos icónicos de las culturas de México y Estados Unidos: abrir la Puerta de la Esperanza, que se realizaba en Playas de Tijuana desde 2014. En esta celebración se abría una puerta de mantenimiento para que convivieran personas de ambos países.
Gracias a la Puerta de la Esperanza, familias de ambos países, principalmente migrantes, se reencontraban por unos minutos con el permiso de las autoridades fronterizas de Estados Unidos.
Esta iniciativa fue creada por Enrique Morones, director y fundador de Ángeles de la Frontera, en 2014, con el objetivo de entrelazar familias que no se habían visto, crear momentos únicos y reencontrar personas.
La puerta de mantenimiento era abierta dos veces al año y se encontraba entre San Ysidro y Tijuana, en la frontera; pero el gusto duró hasta 2017, pues un año después se canceló el evento por una boda que protagonizó un presunto delincuente.
La boda se realizó en la Puerta de la Esperanza el 18 de noviembre de 2017 y marcó el último evento en la zona, pues autoridades de la Patrulla Fronteriza ya no lo permitieron, e incluso, redujeron el tiempo en que las familias se visitaban.
No hubo más Puerta de la Esperanza
Enrique Morones negó en 2018 que fuera la culpa de su organización el que se cerrara la Puerta de la Esperanza, pues afirmó que la Patrulla Fronteriza era la encargada de revisar antecedentes penales.
En ese entonces, Enrique Morones acusó a Rodney Scott, el jefe de la Patrulla Fronteriza en San Diego, de ser el orquestador de la prohibición, pues afirmó que desde que estaba en el Sector Imperial no había permitido abrir la puerta de mantenimiento para eventos similares.
Una actividad similar se realiza en Chihuahua: “Abrazos, no muros”, gracias a la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, en la que se permite que familias se abracen y platiquen durante tres minutos y que durante 2022 vivió su novena edición.
Fuente: El Universal, La Crónica, El País
