Salud mental materna: 25% de las embarazadas afectadas

Salud mental materna: 25% de las embarazadas afectadas 

Depresión y ansiedad se encuentran entre los problemas de salud mental materna. Según la OMS, más de un cuarto de embarazadas padecen alguno durante la gestación o posparto

El embarazo es una etapa de la vida llena de cambios físicos y emocionales para las mujeres. No obstante, este proceso puede estar acompañado de dificultades en la salud mental materna. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que el 25% de las embarazadas experimentan algún tipo de malestar psicológico significativo, y que una de cada cinco madres primerizas sufrirá algún trastorno relacionado con el estado de ánimo o la ansiedad durante el embarazo y el período posparto. 

El embarazo es una etapa de la vida llena de cambios físicos y emocionales para las mujeres. No obstante, este proceso puede estar acompañado de dificultades en la salud mental materna. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que el 25% de las embarazadas experimentan algún tipo de malestar psicológico significativo, y que una de cada cinco madres primerizas sufrirá algún trastorno relacionado con el estado de ánimo o la ansiedad durante el embarazo y el período posparto.
Crédito: Banco de imágenes

Padecer algún tipo de estas enfermedades de la salud mental, puede afectar su capacidad para enfrentar las demandas de la maternidad y, en consecuencia, el desarrollo de sus hijos. En México, este problema ha cobrado especial relevancia debido a las altas cifras de depresión en el embarazo y posparto, calculada entre el 9 y 14% durante la gestación, mientras que en el posparto varía de 6.6 a 24.6%, según datos del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.

No obstante, expertos indican que estas cifras podrían ser incluso mayores, dado que existe un subdiagnóstico de trastornos mentales perinatales por diversas razones, entre las cuales se encuentra el estigma asociado a las enfermedades mentales, que se intensifica aún más durante el período perinatal. 

Padecer algún tipo de estas enfermedades de la salud mental, puede afectar su capacidad para enfrentar las demandas de la maternidad y, en consecuencia, el desarrollo de sus hijos. En México, este problema ha cobrado especial relevancia debido a las altas cifras de depresión en el embarazo y posparto, calculada entre el 9 y 14% durante la gestación, mientras que en el posparto varía de 6.6 a 24.6%, según datos del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.
Crédito: Banco de imágenes

Además, durante el primer embarazo, el cerebro de la mujer experimenta cambios drásticos. Las transformaciones cerebrales que se producen en este período son tan significativas que, en la actualidad, la comunidad científica considera el embarazo como la etapa de mayor plasticidad cerebral en la vida adulta. El cerebro requiere una guía para adaptarse, necesita anticipar los desafíos que surgirán y cuál será la mejor forma de enfrentarlos.

Síntomas y consecuencias de padecer algún problema de salud mental materna 

Las mujeres con depresión perinatal pueden experimentar bajo estado de ánimo, ansiedad extrema, sentimientos de culpa, angustia respecto a las expectativas sociales, entre otros comportamientos poco saludables y de riesgo para ella misma o el bebé. Además, pueden presentar retraimiento de la pareja o incapacidad para vincularse con el hijo, cambios de humor repentinos, dificultad para concentrarse y aumento de los niveles de ansiedad que afectan los patrones normales de sueño y alimentación tanto para la madre como para el bebé.

No obstante, expertos indican que estas cifras podrían ser incluso mayores, dado que existe un subdiagnóstico de trastornos mentales perinatales por diversas razones, entre las cuales se encuentra el estigma asociado a las enfermedades mentales, que se intensifica aún más durante el período perinatal.
Crédito: Banco de imágenes

Si una mujer padece algún trastorno mental durante el embarazo y no recibe la atención y tratamiento adecuado, su capacidad emocional, física y mental para responder a las demandas de la maternidad se puede ver afectada. En consecuencia, se puede ocasionar que sus hijos desarrollen problemas cognitivos, conductuales y emocionales. 

El estrés y la enfermedad mental materna también pueden afectar directamente al feto y al recién nacido, con impacto sobre su desarrollo físico, cognitivo y emocional que puede perdurar en el tiempo.

Además, durante el primer embarazo, el cerebro de la mujer experimenta cambios drásticos. Las transformaciones cerebrales que se producen en este período son tan significativas que, en la actualidad, la comunidad científica considera el embarazo como la etapa de mayor plasticidad cerebral en la vida adulta. El cerebro requiere una guía para adaptarse, necesita anticipar los desafíos que surgirán y cuál será la mejor forma de enfrentarlos.
Crédito: Banco de imágenes

¿Qué hacer ante depresión perinatal o algún otro padecimiento de salud mental materna? 

Para enfrentar el problema de la salud mental materna, es fundamental apoyarse en otras personas y mantener interacciones sociales positivas. Hablar con familiares y amigos, buscar atención médica y, si es necesario, recibir medicamentos para reducir los síntomas.  Asimismo, expertas indican que a nivel social se deben tomar acciones para cuidar la salud de las madres y sus bebés, como escuchar a las madres sin juzgarlas, compartir los cuidados del bebé, favorecer el descanso de la madre, promover el ejercicio físico durante el embarazo, fomentar una dieta saludable y apoyar la lactancia materna. 

Las mujeres con depresión perinatal pueden experimentar bajo estado de ánimo, ansiedad extrema, sentimientos de culpa, angustia respecto a las expectativas sociales, entre otros comportamientos poco saludables y de riesgo para ella misma o el bebé. Además, pueden presentar retraimiento de la pareja o incapacidad para vincularse con el hijo, cambios de humor repentinos, dificultad para concentrarse y aumento de los niveles de ansiedad que afectan los patrones normales de sueño y alimentación tanto para la madre como para el bebé.
Crédito: Banco de imágenes

La prevención de los trastornos de salud mental materna se fundamenta en visibilizar la salud mental perinatal y en incluir pruebas de detección en los protocolos de atención al embarazo. Es importante que las mujeres estén conscientes de que pueden experimentar trastornos mentales durante este período, y que los profesionales de la salud estén capacitados para identificar y tratar dichos trastornos. Las mujeres que ya padecen trastornos previamente deben acudir a un especialista en salud mental perinatal para planificar el embarazo y recibir el seguimiento adecuado.

La valoración de la salud mental de la mujer embarazada se lleva a cabo durante el embarazo; una primera evaluación entre las semanas seis y diez; una segunda entre las semanas doce y catorce; y una última entre las semanas veintinueve y treinta, y después, a las seis semanas posteriores al parto. Estos protocolos permiten la intervención temprana, previniendo en gran medida los problemas de salud mental materna en el posparto y durante el puerperio, así como otras de los afectaciones psicoafectivas que el niño podría desarrollar más adelante.

¿Crees que en México el problema de la salud mental materna se está atendiendo de forma adecuada? 

Fuente: El País, Expansión, Sociedad Marce, Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). 

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