Cada 21 de marzo, México honra a Benito Juárez con diversas celebraciones y ceremonias cívicas, reconociendo su labor como mandatario del país.
Nancy Valenzuela / NORO
El 21 de marzo es una fecha clave en la historia de México, ya que se conmemora el natalicio de Benito Juárez, una de las figuras más importantes del país.
Conocido como el «Benemérito de las Américas», Juárez fue un líder indígena zapoteca que desempeñó un papel fundamental en la consolidación del Estado mexicano y la defensa de la soberanía nacional.

Benito Juárez, de indígena a presidente de México
Benito Juárez nació el 21 de marzo de 1806 en San Pablo Guelatao, Oaxaca. De origen indígena zapoteca, quedó huérfano a los tres años y creció en condiciones de pobreza. A pesar de las dificultades, aprendió español y recibió educación gracias al apoyo de Antonio Salanueva, un sacerdote que lo ayudó a ingresar al Seminario de Oaxaca. Posteriormente, estudió Derecho en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, donde comenzó su carrera política y se destacó como abogado defensor de comunidades indígenas.
Juárez inició su carrera política como regidor del Ayuntamiento de Oaxaca y luego fue elegido diputado local. En 1847 se convirtió en gobernador de Oaxaca, donde promovió reformas educativas y económicas. Su liderazgo lo llevó a formar parte del gobierno nacional, desempeñándose como Ministro de Justicia y Gobernación.

Uno de los momentos más importantes de su trayectoria ocurrió durante la Guerra de Reforma (1858-1861), un conflicto entre liberales y conservadores por el rumbo del país. Como presidente de la República, Juárez impulsó las Leyes de Reforma, que establecieron la separación entre la Iglesia y el Estado, la nacionalización de los bienes eclesiásticos y la libertad de culto. Estas medidas modernizaron el país y sentaron las bases del México contemporáneo.
Benito Juárez y su papel en la intervención francesa
En 1862, México enfrentó la Intervención Francesa, cuando Napoleón III intentó imponer un monarca extranjero, el emperador Maximiliano de Habsburgo. Benito Juárez organizó la resistencia y estableció un gobierno itinerante, defendiendo la soberanía nacional. Tras años de lucha, en 1867 logró la restauración de la República y el fusilamiento de Maximiliano en Querétaro.

Benito Juárez gobernó hasta su muerte el 18 de julio de 1872. Su legado perdura en la historia de México como símbolo de resistencia, igualdad y justicia. Su frase célebre, «Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz», refleja sus ideales de soberanía y libertad.