En la Isla Macapule, ubicada en Guasave, Sinaloa, se descubrió un importante sitio arqueológico que podría ser uno de los más extensos del estado.
Grecia Bojórquez/ NORO
El hallazgo, registrado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destaca por su potencial para ofrecer nuevas perspectivas sobre la transición cultural en la región.
Durante una reciente temporada de campo en junio de 2024, el arqueólogo José Rodrigo Vivero Miranda, responsable del Proyecto Arqueológico Guasave (PAG), documentó la existencia de ocho montículos de conchas distribuidos a lo largo de 8 kilómetros desde la línea de playa.
Dichas estructuras, con alturas que oscilan entre 8 y 12 metros y una base de aproximadamente 30 metros de circunferencia, destacan en el paisaje arqueológico.
El contexto cultural de la Isla Macapule
El descubrimiento en la Isla Macapule es importante para comprender la interacción cultural en una región que funcionaba como un puente entre Aridoamérica y Mesoamérica.
De acuerdo con Vivero Miranda, el área que actualmente ocupa Guasave se puede comparar con las ciudades fronterizas modernas como Tijuana o Nogales, debido a su papel como cruce de influencias culturales.
Los hallazgos sugieren que este territorio no solo fue una frontera entre dos áreas culturales, sino también un punto de mezcla que generó una identidad cultural única.
El descubrimiento proporciona una oportunidad invaluable para estudiar cómo los antiguos habitantes de la región integraron elementos culturales no locales en su vida cotidiana.
15 sitios arqueológicos por el río Sinaloa
La prospección realizada en la cuenca baja del río Sinaloa reveló 15 sitios arqueológicos en un recorrido de aproximadamente 30 kilómetros entre los poblados de Chorohui y La Pitahaya.
De los lugares mencionados, 12 fueron afectados por la agricultura intensiva, que dejó visible solo restos de cerámica y herramientas líticas como metates. Sin embargo, el sitio de la Isla Macapule se mantiene relativamente intacto.
Dicha zona promete proporcionar información sobre la forma en que las sociedades prehispánicas de la región procesaban recursos como las conchas, junto con la evidencia de actividad comercial y social en el área.
El Centro INAH Sinaloa, bajo la dirección de Servando Rojo Quintero, está trabajando en la gestión para que la Isla Macapule obtenga la declaratoria como Zona de Monumentos Arqueológicos.
La protección garantizaría la preservación y el estudio continuo del sitio, permitiendo futuras excavaciones y análisis detallados. Se espera que este reconocimiento ayude a proteger el sitio y a explorar en profundidad los contextos arqueológicos que podrían ser comparables a los descubiertos en el Sitio 117, conocido como “El Ombligo”.
¿Por qué es importante el descubrimiento en la Isla Macapule?
El Sitio 117, explorado por el arqueólogo estadounidense Gordon F. Ekholm en 1938, ha sido fundamental para entender la transición cultural en la región. Este montículo funerario, que presenta dos fases de ocupación, mostró una transición desde la tradición Huatabampo, entre 650 y 1150 d.C., hasta el complejo arqueológico Aztatlán, entre 1150 y 1450 d.C.
Las excavaciones en “El Ombligo” revelaron casi 190 entierros, algunos de los cuales presentaban deformación craneal tabular erecta y una variedad de objetos funerarios. Este sitio proporcionó una visión importante sobre cómo los antiguos habitantes integraron elementos culturales no locales.
De manera similar, el sitio de la Isla Macapule podría ofrecer perspectivas cruciales sobre las interacciones culturales y comerciales en la región, revelando cómo las antiguas sociedades gestionaban sus relaciones y recursos.
El descubrimiento de los montículos de conchas en la Isla Macapule representa una oportunidad valiosa para profundizar en la historia de la región y entender mejor la complejidad de las interacciones culturales prehispánicas.
Con información de Infobae, Plano Informativo, Meganoticias y Alor Noticias.