La Laguna del Iguanero es uno de los tesoros naturales más emblemáticos de El Rosario, un lugar lleno de historia y encanto. Este cuerpo de agua nació en el sitio de una antigua mina abandonada en 1935, y desde entonces ha capturado la atención de locales y visitantes.
Ubicada en el corazón de este Pueblo Mágico, la laguna, conocida como «los hundidos», está rodeada de frondosos árboles frutales como plátanos, mangos y guamúchiles, además de majestuosos sauces llorones que evocan la rica historia minera de El Rosario. Este lugar se ha convertido en un refugio de tranquilidad, donde el pasado minero del pueblo se fusiona con su exuberante naturaleza.
Hoy en día, la Laguna del Iguanero es mucho más que un destino turístico. Con su icónico puente colgante y murales coloridos, ofrece un entorno natural inigualable donde la nostalgia y la serenidad se entrelazan.
Un Vínculo con la Minería: Historia de la Laguna del Iguanero
La relación entre la Laguna del Iguanero y la minería es profunda, como lo relata el cronista local Leopoldo José H. Bouttier. Antes de ser una laguna, este espacio era un yacimiento de minerales, descubierto a finales de la década de 1890 por la empresa «Minas del Tajo». Este hallazgo fue trascendental, pues se trataba de una rica veta de plata fina, con una extensión de diez metros de ancho.
Durante años, la mina de San Marcos fue explotada para extraer grandes cantidades de minerales preciosos. Sin embargo, con el tiempo, el pozo a cielo abierto se inundó gradualmente debido a su conexión con los ríos y veneros cercanos, lo que dio origen a la laguna que hoy conocemos.
A pesar de su potencial, la Laguna del Iguanero fue olvidada por muchos años. No fue hasta que las autoridades locales decidieron invertir en su rescate que este lugar renació como uno de los sitios más atractivos de El Rosario, siendo hoy un destino imprescindible para quienes visitan la región.
Aspectos Únicos que Hacen Especial a la Laguna del Iguanero
La Laguna del Iguanero, con casi un kilómetro de longitud, cuenta con un encantador islote en su centro, al que se accede por un puente colgante. Además, bajo sus aguas se esconden túneles que alguna vez conectaron con las antiguas minas. Desde su formación, este oasis ha sido hogar de diversas especies de peces, tortugas, iguanas y patos, todo enmarcado por una exuberante vegetación que se intensifica en la temporada de lluvias.
Uno de sus principales atractivos es el puente colgante, que se extiende por más de 100 metros, ofreciendo a los visitantes una experiencia única al cruzar sobre la laguna. Otro detalle destacado es un columpio con alas de guacamaya, elaborado con materiales reciclados y decorado con vivos colores que resaltan la belleza del entorno.
En el islote central, los visitantes pueden disfrutar de columpios, resbaladillas, áreas de descanso y asadores, ideales para una tarde de convivencia y relajación. Este lugar es perfecto para quienes buscan desconectar del bullicio cotidiano y reconectarse con la naturaleza.
Rodeada de frondosos árboles y fauna local, la Laguna del Iguanero es el lugar ideal para disfrutar en familia, meditar, o simplemente relajarse en un ambiente lleno de paz. Este paraje ofrece una oportunidad única para sumergirse en la belleza natural y la historia de El Rosario, un Pueblo Mágico que nunca deja de sorprender.
