Desde Sinaloa, Mariana Ayala acerca la ciencia a las primeras infancias a través de su proyecto “Arrullo de papel” y su más reciente libro infantil, El secreto de los jaguares

Daniela Valenzuela / NORO
Mariana Valeria Ayala Rubio tiene 30 años, es docente, promotora de lectura y bióloga en formación. Nació en Culiacán, Sinaloa, y ha dedicado gran parte de su vida a un esfuerzo poco común: acercar la ciencia a la primera infancia.
Desde hace 14 años se dedica a la mediación de lectura, una práctica que busca conectar a las personas, especialmente a los niños, con los libros y el conocimiento.
Además de dar clases, Mariana colabora con una revista de la Facultad de Biología, participa en proyectos de educación ambiental y encabeza «Arrullos de papel», un espacio para promover la lectura entre niños de seis años o menos.




“Me di cuenta que trabajar con primera infancia era bastante complicado, yo tenía que estar muy bien preparada en cuanto a los textos y los materiales”, explica para NORO.
Su preocupación siempre ha sido que los más pequeños también tengan acceso a los libros: “A los bebés o a los niños de seis años les toca como todo lo último, siempre los dejamos al lado. Yo dije no puedo seguir como en esta injusticia de desegregarlos”.

Desde hace años, Mariana trabaja en proyectos de conservación del jaguar, pero notaba que hablar de estos temas con niños muy pequeños era complicado.
“Explicarles lo que hacíamos en campo y cómo les tomábamos la foto, pues a veces era como muy tedioso. Necesitaba crear algo que me ayudara a compartirles esto, pero que además fuera para jugar y que no estuviera aburrido”, cuenta para NORO. Así nació la idea de su primer libro infantil.
“El secreto de los jaguares”: ciencia para la primera infancia por Mariana Ayala

«El secreto de los jaguares» es un libro infantil pensado para niños. Se trata de un relato que explica, desde el juego y la exploración sensorial, cómo un biólogo toma una fotografía a un jaguar en su hábitat.
La historia no solo entretiene: también enseña. Mariana se inspiró en libros como Conetamalli, que no solo se leen con los ojos, sino también con el cuerpo.
Uno de los retos más grandes fue encontrar el tono adecuado. La editorial Amonite, ubicada en Coahuila, aceptó el proyecto, aunque nunca antes habían trabajado con libros para primera infancia.





“Fue dialogar muchísimo para entendernos, porque a veces pensamos que los libros para primera infancia no deben de tener tanto texto”, comenta Mariana. El resultado fue un libro dividido en dos partes: una física y otra digital, accesible mediante un código QR que lleva a un audiolibro complementario.
El diseño e ilustración corrió a cargo de Chopernawers, ilustrador sinaloense que ha trabajado con Mariana en ediciones anteriores del Museo del Jaguar, ubicado en Cabazán, San Ignacio.
“Si alguien tenía que hacer el jaguar que yo tenía en mente para mi libro, tenía que ser Choper”, afirma. Juntos lograron ilustrar un jaguar realista, que no fuera caricaturesco ni antropomorfo. Mariana fue clara: “Si va a ser divulgación científica para infancias, desde ahorita ya tienen que estar lo más acercado a la realidad”.
La recepción del libro ha sido muy positiva. Mariana recuerda con cariño cuando Azucena, una amiga periodista, le contó que a su hijo le había encantado el libro. “Cuando ella me dijo que a Elías le gustó mucho, yo dije: ¡Genial! Ya mi primer juez dijo que está bien”, dijo para NORO.
Planes a futuro: mariposas, colecciones y más ciencia para niños

“El secreto de los jaguares” es apenas el primer título de una colección que Mariana planea desarrollar con Amonite bajo el título tentativo de “Ciencia para primera infancia”. Cada libro estará dedicado a una especie distinta, abordando desde la literatura temas de divulgación científica.
Actualmente, Mariana cursa una maestría centrada en el estudio de la mariposa conocida como Cuatro Espejos (Rothschildia cincta cincta), una especie que también habita en Sonora. Esta fascinante mariposa será la protagonista de su segundo libro. “Estoy recabando demasiada información de ella, yo creo que va a ser el segundo de la colección”, adelanta con entusiasmo.




Al mismo tiempo, sigue fortaleciendo su proyecto “Arrullos de papel”, un espacio que inauguró en 2019 y que busca que los más pequeños tengan un lugar adecuado para leer, jugar y socializar. “Quiero compartir con otros lo que a mí se me abrió: que desde la primera infancia se puede leer”, dice Mariana.
Con una sólida base en la biología, años de experiencia en mediación lectora y una sensibilidad particular para las necesidades de la niñez, Mariana Ayala ha creado un puente entre la ciencia y la literatura infantil. Su trabajo no solo contribuye a la conservación ambiental, también abre nuevos caminos para el pensamiento científico desde las edades más tempranas.