En los últimos días, dos ballenas murieron en las playas de Mazatlán, problemática que pone sobre la mesa la pregunta de cómo se debe de actuar en caso de ver alguna ballena varada.
Grecia Bojórquez/ NORO
Mazatlán, Sinaloa, es un importante destino turístico que durante la temporada de avistamiento de ballenas, atrae a miles de visitantes y observadores de la fauna marina. Sin embargo, los encuentros con ballenas varadas en las playas pueden ser situaciones impactantes y potencialmente peligrosas, tanto para los animales como para las personas que se encuentren cerca.

¿Dónde se reportaron los casos de ballenas varadas en Mazatlán?
Durante el primer mes de la temporada, se han reportado dos casos de ballenas varadas en Mazatlán, lo que ha despertado inquietud entre las autoridades ambientales y la comunidad.

El primer incidente se presentó en la Isla de la Piedra, donde fue hallada sin vida una cría de ballena. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que el animal fue enterrado en la misma zona costera donde fue encontrado. El segundo suceso, ocurrido días después, involucró a otro cetáceo cuyo cuerpo también fue sepultado en la playa tras quedar varado.
Ante estos eventos, es esencial actuar con responsabilidad y seguir las pautas correctas para asegurar el bienestar de los cetáceos y la seguridad pública.
¿Por qué las ballenas varan en las playas?
El varamiento de ballenas no es un fenómeno inusual, y sus causas pueden ser múltiples. Algunos varamientos ocurren de manera accidental, como resultado de desorientación de los cetáceos debido a cambios en las mareas o a anomalías en el campo magnético terrestre.
También existen varamientos masivos, donde varios ejemplares de una misma especie quedan atrapados en la costa. Estos eventos suelen involucrar a especies como las ballenas piloto, que se desorientan debido a factores como el tráfico marítimo o pruebas de sonar.

Por otro lado, los varamientos intencionales también ocurren, aunque en menor medida, cuando cetáceos como las orcas se acercan a la costa para cazar presas marinas. No obstante, la mayoría de los varamientos son accidentales y pueden estar relacionados con enfermedades, desnutrición, o incluso colisiones con embarcaciones.
Las causas exactas siguen siendo objeto de estudio, pero se sabe que factores ambientales, como tormentas o mareas extremas, también juegan un papel clave en este fenómeno.
¿Qué hacer si encuentras una ballena varada?
Si te encuentras con una ballena varada en la playa, es fundamental no intervenir de manera impulsiva. En primer lugar, se debe mantener una distancia prudente. Aunque el animal pueda parecer inofensivo o estar muerto, no se debe acercar, ya que los cetáceos pueden reaccionar de forma inesperada debido al estrés o incluso a las lesiones. Además, algunos de estos animales pueden estar enfermos, lo que representa un riesgo sanitario.

La siguiente acción debe ser comunicar el incidente a las autoridades pertinentes. En Mazatlán, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Protección Civil y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) son las principales entidades responsables de coordinar el rescate o manejo adecuado del varamiento. La información sobre la especie, tamaño y el estado del animal debe ser proporcionada, ya sea que el cetáceo esté vivo o muerto.
Consideraciones para manejar un varamiento de ballena
En el caso de que el cetáceo esté vivo, lo más importante es evitar que personas o mascotas se acerquen al animal. Las ballenas varadas pueden sentirse amenazadas y, en su desesperación, podrían intentar defenderse.
De igual manera, no se debe intentar devolver al animal al mar sin la presencia de un equipo especializado, ya que hacerlo podría causarles daños graves o incluso la muerte. Además, se debe evitar mover al animal o alimentarlo, ya que estos gestos, aunque bienintencionados, pueden empeorar la situación.

Si el animal está muerto, como ocurrió recientemente en Mazatlán, se debe dar aviso a las autoridades para que tomen las medidas necesarias. Dependiendo del tamaño y la ubicación del cadáver, se pueden emplear equipos como retroexcavadoras o maquinaria pesada para retirarlo.
A pesar de que esto es lo más común, estudios en otros países sugieren que, en ciertos casos, dejar el cadáver en la playa puede tener beneficios para el ecosistema. La descomposición del cuerpo de una ballena varada puede aportar nutrientes al suelo, promoviendo la biodiversidad local. Sin embargo, este enfoque solo es viable en áreas donde no cause molestias a la comunidad.

La rapidez en la respuesta ante un varamiento de ballena es clave para evitar el sufrimiento del animal y minimizar el impacto ambiental. Mantener la calma, no intervenir de manera directa y contactar a las autoridades correspondientes es la mejor forma de contribuir a la preservación de estas especies emblemáticas.
Con información de ballenas.org, El Espectador y sonplayas.com.