El cierre temporal de la frontera entre México y Estados Unidos para la exportación de ganado ha impactado severamente los precios en el mercado ganadero, afectando principalmente a los productores de Sonora y otros estados del norte.
Grecia Bojórquez/ NORO
La medida, que responde a la detección de un caso de gusano barrenador en ganado proveniente de Centroamérica, ha provocado una caída importante en los precios de subasta, con pérdidas millonarias para el sector ganadero.
¿Cómo ha afectado al sector ganadero de Sonora el cierre temporal de exportaciones?
El 23 de noviembre, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) suspendió de manera temporal la importación de ganado mexicano tras detectar un caso de gusano barrenador en un animal proveniente de Centroamérica.
Este gusano, que afecta la salud del ganado y puede también representar un riesgo para los humanos, había sido erradicado en México desde 1991, pero la amenaza latente desde Centroamérica puso en alerta a las autoridades sanitarias.
La suspensión de las exportaciones ha tenido un impacto inmediato en los precios del ganado. En Sonora, el precio del becerro macho pasó de 140 a 110 pesos por kilogramo, mientras que el de la vaca hembra bajó de 105 a 90 pesos, según Nicolás Campa Rodríguez, presidente de la Asociación Ganadera Local del Valle del Yaqui.
A raíz de esta caída en los precios, muchos productores se enfrentan a dificultades para vender sus animales, con una notable disminución en las subastas: mientras que en meses anteriores se vendían alrededor de 900 reses por evento, en la última subasta solo se comercializaron 500.
Pérdidas millonarias para los productores sonorenses
El cierre de la frontera ha generado pérdidas económicas considerables. En Sonora, el sector ganadero ha dejado de recibir cerca de 15 millones de pesos desde que se activó la medida. Cada día, entre 2,000 y 2 mil 500 cabezas de ganado cruzan la frontera hacia Estados Unidos, lo que representa ingresos de alrededor de 3 millones de pesos diarios, de acuerdo con Juan Carlos Ochoa Valenzuela, presidente de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS).
Además de la pérdida de ingresos directos, los productores enfrentan costos adicionales al mantener el ganado en sus ranchos sin poder exportarlo. La incertidumbre sobre la duración de esta suspensión está afectando la toma de decisiones sobre la venta de ganado, y aunque se espera que las exportaciones se reanuden en enero de 2025, muchos productores están preocupados por los efectos a largo plazo de la crisis.
¿Qué medidas se están tomando para contener la propagación del gusano barrenador en el ganado?
Las autoridades y los ganaderos están trabajando juntos para mitigar la crisis. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), junto con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hídraulicos, Pesca y Acuacultura (Sagarhpa), activaron protocolos sanitarios para contener la propagación del gusano barrenador, mientras se evalúan medidas para reanudar las exportaciones lo más pronto posible.
Se espera que la situación se normalice en enero de 2025, una vez que se resuelvan los protocolos de seguridad sanitaria y la frontera se reabra para las exportaciones de ganado.
En Durango, otro de los estados productores de ganado, también se ha recomendado a los ganaderos que no vendan sus animales precipitadamente, ya que se espera que las condiciones mejoren una vez se levanten las restricciones sanitarias.
Es importante resaltar que la suspensión de las exportaciones de ganado a Estados Unidos no solo afecta a los ganaderos de los estados del norte, sino que también pone en riesgo la estabilidad de la industria ganadera mexicana en su conjunto.
Por lo pronto, los ganaderos deberán esperar a que se resuelva la contingencia sanitaria para poder retomar la exportación de ganado y estabilizar los precios en el mercado nacional e internacional.
Con información de El Sol de México, El Imparcial, Diario del Yaqui y El Siglo de Durango.