La comunidad yaqui fue el objeto de estudio de investigadores de la Universidad de Sonora, quienes estudiaron la relación entre el estrés y la calidad de vida en adultos de dicho grupo originario del norte de México
En el sur del estado de Sonora, un grupo de investigadores de la Universidad de Sonora ha llevado a cabo un estudio profundo para analizar la relación entre el estrés y la calidad de vida en adultos de una comunidad indígena. Este estudio, dirigido por Moisés Omar Ayala Burboa, Alexandra Rivera Camacho, Jorge Rodríguez Luzanilla, Isaí Montoya Gallegos y Jorge Ariel Mercado Ruiz, ofrece información importante que podría ayudar a desarrollar intervenciones específicas para mejorar la salud mental y el bienestar de estas poblaciones marginadas.

Población indígena en México: desafíos y realidades
México es un país conocido por su diversidad cultural, con 68 pueblos indígenas reconocidos oficialmente. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población indígena se define por criterios como el uso de lenguas indígenas y la autoidentificación como indígenas. Sin embargo, a pesar de los avances legislativos en las últimas décadas, las comunidades indígenas continúan enfrentando desafíos significativos en términos de acceso a servicios básicos y el respeto a sus derechos. Estas comunidades son frecuentemente marginadas y viven en condiciones de vulnerabilidad extrema.
En el estado de Sonora, existen nueve grupos étnicos con una población aproximada de 138 mil personas. La mayoría de estos grupos viven en áreas rurales con acceso limitado a servicios públicos y de salud, lo que contribuye a su vulnerabilidad. Según un estudio de Zárate (2016), el 80% de estas comunidades enfrentan problemas de acceso a servicios básicos, lo que afecta negativamente su calidad de vida.
Estrés y salud mental, un problema silencioso en la comunidad yaqui
El estrés es una reacción tanto psicológica como física frente a estímulos adversos, conocidos como estresores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés se define como un estado de preocupación y tensión mental que puede afectar gravemente la salud física y mental de una persona. Los estresores pueden ser de naturaleza psicosocial, biológica, química o ambiental. En el contexto de las comunidades indígenas, los estresores incluyen la discriminación, la exclusión social y las difíciles condiciones de vida.

El estrés crónico puede desencadenar una serie de respuestas fisiológicas perjudiciales, incluyendo la activación del eje hipofisario-suprarrenal y el sistema nervioso autónomo. Estas respuestas pueden llevar a la liberación de hormonas que afectan negativamente al organismo, contribuyendo a enfermedades como la obesidad, problemas cardiovasculares y trastornos mentales como la depresión. Además, el estrés prolongado puede afectar negativamente la calidad de vida, reduciendo la capacidad de los individuos para enfrentar situaciones cotidianas y disfrutar de una vida plena.
Calidad de vida en comunidades indígenas
La calidad de vida es un concepto que incluye tanto factores objetivos (como salud y vivienda) como subjetivos (como satisfacción personal). Este término comenzó a usarse después de la Segunda Guerra Mundial para evaluar el bienestar en diversos contextos. La calidad de vida se ve influenciada por factores ambientales e individuales, y sus componentes incluyen aspectos físicos, psicológicos, sociales y ambientales. En las comunidades indígenas, la calidad de vida suele ser inferior debido a factores como el acceso limitado a servicios básicos y las condiciones de vida precarias.
En México, la calidad de vida en las comunidades indígenas es significativamente menor comparada con el resto de la población. Según el INEGI, un alto porcentaje de la población indígena vive en situación de pobreza y pobreza extrema, lo que afecta su bienestar general. Un estudio de Gonzáles et al. (2015) sobre el bienestar subjetivo en la población indígena de México mostró que las personas que hablan una lengua indígena tienen calificaciones bajas en cuanto a satisfacción con aspectos como el tiempo libre, las condiciones de vivienda, la educación, la situación económica, el entorno y el país en el que residen.

Un enfoque cuantitativo para evaluar el estrés y la calidad de vida
El estudio se realizó con 103 adultos de la comunidad indígena yaqui en el sur de Sonora. Los participantes fueron seleccionados mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia. La muestra incluyó tanto hombres como mujeres, con una media de edad de 44 años. Los criterios de inclusión fueron pertenecer a la comunidad indígena, leer o hablar español, y aceptar participar firmando un consentimiento informado.
Para evaluar la calidad de vida, se utilizó la escala WHOQOL-BREF de la Organización Mundial de la Salud. Este instrumento ha sido validado para diferentes contextos culturales y se compone de 26 reactivos con opciones de respuesta tipo Likert. Para medir el estrés, se utilizó la escala de estrés percibido de Cohen et al., que evalúa en qué medida las circunstancias de la vida son interpretadas como generadoras de estrés. Esta escala también ha sido validada para la población mexicana.
Los datos se recolectaron de manera presencial en la comunidad indígena yaqui y se procesaron utilizando el programa estadístico SPSS 25. Se emplearon medidas de tendencia central y dispersión para analizar los datos, y se utilizó el coeficiente de correlación de Pearson para establecer la relación entre el estrés y la calidad de vida.

Los resultados del estudio mostraron niveles altos de estrés y una disminución de la calidad de vida
Los resultados del estudio mostraron niveles medio-altos de estrés entre los participantes, con una media de 32.38 en una escala que va de 14 a 56. La calidad de vida, por otro lado, tuvo una media de 82.99 en una escala de 26 a 130, indicando una percepción moderada de esta variable. Estos resultados son consistentes con otros estudios realizados en poblaciones indígenas, que han mostrado niveles elevados de estrés y una calidad de vida disminuida.
El análisis de los datos no reveló diferencias significativas entre hombres y mujeres en la percepción del estrés y la calidad de vida. Aunque las mujeres reportaron niveles ligeramente más altos de estrés y una menor percepción de calidad de vida, estas diferencias no fueron estadísticamente significativas. Este hallazgo contrasta con investigaciones previas que han encontrado que las mujeres tienden a reportar niveles más altos de estrés debido a las disparidades de género y las responsabilidades adicionales en el hogar.
Se identificó una relación negativa y significativa entre el estrés y la calidad de vida, indicando que a mayores niveles de estrés, peor es la percepción de la calidad de vida. Este hallazgo es consistente con investigaciones previas en diferentes poblaciones, aunque la literatura específica sobre comunidades indígenas es limitada. La relación negativa sugiere que el estrés es un factor determinante en la calidad de vida de las comunidades indígenas y debe ser abordado en intervenciones futuras.

Implicaciones y recomendaciones para la salud pública
Los hallazgos de este estudio subrayan la importancia de considerar el estrés como un factor clave que afecta la calidad de vida en las comunidades indígenas. Las condiciones adversas, la discriminación y el acceso limitado a servicios básicos contribuyen significativamente a los altos niveles de estrés y a una percepción negativa de la calidad de vida. Es crucial desarrollar intervenciones específicas que aborden estas necesidades y promuevan un bienestar integral en estas poblaciones.
Para mejorar la calidad de vida y reducir el estrés en las comunidades indígenas, es esencial implementar programas de salud mental y mejorar el acceso a servicios básicos como salud, educación y vivienda. Las intervenciones deben ser culturalmente sensibles y diseñadas en colaboración con las comunidades para asegurar su efectividad y relevancia. Los resultados de este estudio pueden servir como base para futuras investigaciones y políticas públicas que busquen mejorar el bienestar de las comunidades indígenas en México.
La colaboración entre la comunidad, los investigadores y los responsables de las políticas públicas es fundamental para abordar los desafíos identificados en este estudio. Fomentar el diálogo y la cooperación entre todos los actores involucrados permitirá desarrollar soluciones sostenibles y efectivas para mejorar la calidad de vida de las comunidades indígenas. A través de esfuerzos conjuntos, se puede contribuir a un futuro más saludable y equitativo para todos.
¿Qué estrategias se podrían implementar para mejorar la calidad de vida y reducir el estrés en las comunidades indígenas?
Referencias
- Amnistía Internacional. (2023). Pueblos indígenas. https://tinyurl.com/ybz3sbrf
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2010, 2020, 2023). Censo de población y vivienda. - Organización Mundial de la Salud. (1948, 2023). WHO. Constitución de la Organización Mundial de la Salud.
- Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. (2016, 2018). Programas y estadísticas de desarrollo social.
- Ayala Burboa, M. O., Rivera Camacho, A., Rodríguez Luzanilla, J., Montoya Gallegos, I., & Mercado Ruiz, J. A. (2024). Estrés y calidad de vida en adultos de una comunidad indígena del sur del estado de Sonora. Revista Propulsión, 8(2), 8-22. https://doi.org/10.53645/revprop.v8i1.121
Este artículo se basa en el estudio «Estrés y calidad de vida en adultos de una comunidad indígena del sur del estado de Sonora» realizado por Moisés Omar Ayala Burboa, Alexandra Rivera Camacho, Jorge Rodríguez Luzanilla, Isaí Montoya Gallegos y Jorge Ariel Mercado Ruiz de la Universidad de Sonora.
¿Qué es el estrés y cómo afecta a las comunidades indígenas?
El estrés es una reacción física y psicológica a situaciones adversas. En las comunidades indígenas, el estrés se ve exacerbado por la discriminación, la falta de acceso a servicios básicos y las condiciones de vida precarias, afectando negativamente su salud mental y calidad de vida.
¿Cómo se mide la calidad de vida en las comunidades indígenas?
La calidad de vida se mide mediante instrumentos como la escala WHOQOL-BREF, que evalúa aspectos físicos, psicológicos, sociales y ambientales. Estos instrumentos deben ser adaptados culturalmente para reflejar adecuadamente la percepción de las comunidades indígenas.
¿Qué estrategias pueden mejorar la calidad de vida y reducir el estrés en las comunidades indígenas?
Las estrategias deben incluir la mejora del acceso a servicios de salud, educación y vivienda, así como la implementación de programas de salud mental específicos. Es esencial involucrar a la comunidad en el diseño e implementación de estas intervenciones para asegurar su efectividad y relevancia cultural.