Álamos, además de ser reconocido como Pueblo Mágico, también destaca por las leyendas e historias que habitan entre sus calles y edificios.
Nancy Valenzuela / NORO
Álamos, Sonora, es un lugar lleno de historia y encanto, pero también es conocido por sus leyendas de tesoros escondidos y maldiciones. Desde la época de la Revolución Mexicana, se dice que muchas personas enterraron sus riquezas para protegerlas de los bandos en lucha.
Hoy en día, esas historias siguen alimentando la imaginación de locales y visitantes, quienes año tras año viajan a este Pueblo Mágico para conocer más a fondo cada una de ellas y los lugares que las albergan.
Leyendas de Álamos, Sonora, sobre los tesoros que han sido encontrado entre sus calles
Las ollas repletado de oro
En 1964, una americana llamada Carola Reinhardt compró una casa en la Calle de Las Palmas, hoy conocida como Álvaro Obregón. A pesar de las advertencias de los vecinos sobre la presencia de un fantasma y la historia de una olla llena de monedas antiguas encontrada por la familia anterior.
Carola no se dejó intimidar por las especulaciones del resto de los habitantes, hasta que, un día, encontró enormes ollas llenas de oro dentro de la casa. Sin embargo, la noticia del hallazgo corrió por el pueblo, por lo que tuvo que venderla e irse del pueblo con toda su fortuna.
El misterio bajo la parroquia de la Purísima Concepción
En 1978, durante las remodelaciones de la parroquia de la Purísima Concepción, los albañiles encontraron algo extraño: el suelo del lado noroeste parecía estar hueco. Al golpear con sus herramientas, descubrieron que debajo del piso viejo había un espacio vacío, lo que generó rumores sobre la existencia de tesoros enterrados bajo el suelo de las iglesias.
Las autoridades cerraron el templo por varios días y, aunque se rumoreaba que personas de Hermosillo y otros lugares vinieron a investigar, estas personas nunca regresaron. Los habitantes de Álamos creen que se encontraron monedas de plata, pero las maldiciones que acompañaban esas riquezas cayeron sobre los que tomaron ese dinero, ya que al poco tiempo se enterarían de sus muertes.
El tesoro del Museo Costumbrista de Sonora
Otra historia que sigue viva en la memoria de los habitantes de Álamos sucedió en 1981, cuando la casa que hoy alberga el Museo Costumbrista de Sonora estaba siendo remodelada. Un vecino americano, curioso por los rumores de tesoros escondidos, utilizó su detector de metales en la propiedad y descubrió un objeto grande bajo tierra.
El misterio se profundizó cuando vio a un grupo de hombres cargando costales y objetos en camionetas. Cuando intentó informar a las autoridades, los hombres ya se habían marchado, dejando solo fragmentos de barro. Los vecinos siempre han creído que se llevaron monedas de plata, pero, como en otras historias, esos hombres nunca volvieron a aparecer.
Con información de Imaginarios Sociales, Universidad de Sonora y La Bartolina