Los llamados “pájaros de la nieve” son turistas que se preparan cada invierno para migrar hacia el noroeste de México, donde el frío apenas se percibe

Daniela Valenzuela / NORO
En el noroeste de México, el invierno apenas se hace presente. Aunque las mañanas y las noches pueden ser frescas, el calor del día, intensificado por el sol y el clima desértico, crea una sensación de tibieza que atrae a muchos visitantes de lugares fríos.
Cada año, especialmente entre noviembre y marzo, residentes de países como Canadá y Estados Unidos, donde los inviernos son largos y rigurosos, migran hacia esta región en busca de un clima más amigable y soleado.
Estos viajeros de temporada, conocidos como “pájaros de la nieve”, encuentran en el norte de México una alternativa ideal para huir de las bajas temperaturas de sus hogares.
¿Quiénes son los «pájaros de la nieve»?

A los turistas que huyen del frío extremo de sus ciudades de origen se les conoce como “pájaros de la nieve”. La mayoría de los “pájaros de la nieve” son personas jubiladas o mayores que buscan aprovechar su retiro en un ambiente cálido y relajado, alejado del frío intenso.
Estos visitantes suelen desplazarse en sus vehículos recreativos, como casas rodantes y furgonetas adaptadas para largos viajes, cargadas con lo necesario para establecerse temporalmente en lugares donde el clima invernal casi no se percibe.

Cada año, recorren cientos o incluso miles de kilómetros hasta llegar a destinos en el noroeste de México, donde el clima desértico ofrece un invierno suave y soleado, muy diferente al de sus ciudades de origen en Canadá o Estados Unidos.
Durante su estancia, los “pájaros de la nieve” disfrutan de actividades al aire libre que el clima desértico permite casi todo el año, como caminatas, paseos en la playa y eventos culturales locales.

Su presencia contribuye significativamente a la economía de estas localidades, ya que suelen alquilar viviendas, adquirir servicios turísticos y consumir productos locales, lo que brinda un impulso a la economía regional en temporada baja de turismo nacional.
Su presencia beneficia también a la economía de la región, ya que muchos optan por alquilar propiedades, consumir productos locales y participar en actividades turísticas, revitalizando el comercio y el turismo en las localidades de acogida.
¿Qué ciudades que visitan los “pájaros de la nieve”?

En ciudades y pueblos del noroeste mexicano como San Carlos y Bahía de Kino en Sonora, o Ensenada, San Felipe y Los Algodones en Baja California, los “pájaros de la nieve” se encuentran no solo un cálido sol, sino también una comunidad local y de viajeros que los recibe con hospitalidad y amabilidad.
Estos destinos son particularmente populares debido a su clima agradable durante el invierno, sus playas serenas y su ambiente relajado, que crean el refugio perfecto para quienes buscan escapar de los intensos fríos del norte.

A lo largo de los meses de invierno, se genera una dinámica interesante de intercambio cultural. Los visitantes extranjeros comparten sus historias, costumbres y tradiciones, mientras que los residentes locales les brindan una experiencia auténtica del estilo de vida mexicano.
Muchos «pájaros de la nieve» incluso regresan a los mismos lugares, formando vínculos con los residentes, quienes los reciben como viejos amigos. En algunos casos, los visitantes se integran tanto que comienzan a aprender español, participan en celebraciones locales o apoyan iniciativas comunitarias.

La presencia de los “pájaros de la nieve” también es fundamental para la economía de estas localidades, que encuentran en ellas un flujo constante de ingresos en temporada baja de turismo nacional. Sus visitas impulsan el comercio local, desde la renta de viviendas y el consumo en restaurantes, hasta la compra de artesanías y la contratación de servicios turísticos.
Con información de La Voz de la Frontera, El Expreso, El Sol de Hermosillo y Baja California Travel.