Con la llegada de 2025, el mundo da la bienvenida a un nuevo grupo generacional: la Generación Beta, que marca el inicio de una era de cambios y transformaciones.
Grecia Bojórquez/ NORO
Definida por su interacción con avances tecnológicos sin precedentes y un contexto global desafiante, la Generación Beta promete redefinir prioridades y estilos de vida en las décadas venideras.

¿De dónde surge el término “Generación Beta”?
Los integrantes de la Generación Beta, que abarcarán desde 2025 hasta 2039, crecerán en un entorno donde la inteligencia artificial y la automatización serán parte integral de la vida cotidiana.
Desde el transporte automatizado hasta la tecnología sanitaria portátil y entornos virtuales inmersivos, estas innovaciones formarán el trasfondo de su experiencia diaria. De acuerdo con Mark McCrindle, investigador social y creador del término, esta generación estará completamente inmersa en un mundo donde lo digital y lo físico se entremezclan de manera fluida.

El término «Generación Beta» fue acuñado por Mark McCrindle como una continuación de su concepto de la «Generación Alfa». La idea detrás de este nombre proviene del alfabeto griego, en el que Beta sigue a Alfa.
McCrindle utiliza esta secuencia para reflejar el avance hacia nuevas generaciones en un contexto marcado por rápidos cambios tecnológicos y sociales. La «Generación Beta» se refiere a los niños nacidos después de la «Generación Alfa», quienes crecerán en un mundo aún más digitalizado y tecnológico.

A diferencia de generaciones previas, como los Millennials o la Generación Z, los Beta no solo serán consumidores de tecnología avanzada, sino también participantes activos en su evolución. Las herramientas de inteligencia artificial no solo transformarán la educación y el trabajo, sino también la forma en que se toman decisiones cotidianas, como compras o el aprendizaje.
¿Qué problemáticas enfrentará la Generación Beta?
Por otra parte, en términos no tan favorables, la Generación Beta enfrentará los efectos cada vez más graves del cambio climático, la inestabilidad económica y los cambios demográficos. Este contexto podría moldear una generación resiliente, centrada en la sostenibilidad y adaptada a un mundo cambiante.
Los padres de los Beta, en su mayoría pertenecientes a la Generación Z y los Millennials, jugarán un papel clave en la formación de estos valores. Conscientes de la volatilidad económica y social, priorizarán la adaptabilidad y la conciencia ambiental en la crianza. Estas influencias podrían traducirse en una generación con un fuerte compromiso hacia la igualdad y la ecología.
Además, esta nueva generación, nacida a partir de 2025, podría experimentar un cambio en las dinámicas educativas, donde el aprendizaje tradicional será reemplazado en gran parte por interacciones con asistentes virtuales personalizados y plataformas tecnológicas avanzadas. Este cambio plantea preguntas sobre cómo estas herramientas influirán en su desarrollo social y capacidad crítica.
La sobrepoblación ya no será un problema
Según proyecciones de McCrindle Research, para 2035, los Beta constituirán el 16% de la población mundial. Lo que significa que este crecimiento poblacional coincidirá con un cambio en las tasas de fertilidad y la esperanza de vida, generando nuevos desafíos en términos de sostenibilidad poblacional. En lugar de preocuparnos por la sobrepoblación, el enfoque pasará a cómo mantener un equilibrio poblacional adecuado para garantizar recursos suficientes.

La legislación también jugará un rol crucial en la definición del entorno en el que crecerán los Beta. Normas más estrictas sobre el uso de tecnologías, como las impuestas por la Unión Europea, podrían influir en su interacción con plataformas digitales. La regulación de la inteligencia artificial y las redes sociales será esencial para minimizar los riesgos de desinformación y proteger a los usuarios más jóvenes.
Generación Beta depende de la Z , Alfa y Millennials
Jean Twenge, experta en generaciones, sostiene que el impacto de la tecnología en las relaciones sociales será uno de los factores más definitorios de los Beta. Así como las redes sociales transformaron a la Generación Z y los mundos virtuales moldearon a los Alfa, las interacciones mediadas por inteligencia artificial podrían redefinir la forma en que los Beta se relacionan entre sí.

En términos culturales, esta generación también estará influenciada por las tendencias de sus predecesores. Para 2030, los gustos y estilos de los Alfa dominarán la cultura popular, relegando a los Z a un segundo plano. Sin embargo, los Beta podrían incorporar elementos de ambas generaciones, lo que podría crear una identidad que refleje la diversidad y la adaptabilidad que les caracteriza.

En definitiva, la Generación Beta nace en un momento de profundas transformaciones tecnológicas, sociales y ambientales. Su capacidad para enfrentar estas dificultades dependerá de cómo las sociedades actuales los preparen para un futuro lleno de incertidumbre, pero también de oportunidades sin precedentes.
Con información de Newsweek, Axios, Good Morning America y Trendo.mx.