En un mundo cada vez más digital, el uso de la inteligencia artificial (IA) ha crecido exponencialmente. Sin embargo, este auge no está exento de consecuencias, especialmente en lo que respecta al medio ambiente.
Grecia Bojórquez/ NORO
La investigadora Sasha Luccioni, reconocida internacionalmente por su trabajo en el impacto de la IA en el clima, señaló que esta tecnología podría ser un factor que acelera la crisis climática actual.
¿Cuánta energía consume la IA?
Luccioni resaltó que los modelos de IA generativa, que son capaces de crear textos, imágenes, videos y otros tipos de contenido, consumen aproximadamente «30 veces más energía» que un motor de búsqueda convencional.
«Me parece especialmente decepcionante que se utilice la Inteligencia Artificial generativa para buscar en Internet», lamentó la investigadora.
Esto se debe a la enorme cantidad de recursos computacionales necesarios para entrenar estos modelos, que manejan miles de millones de conjuntos de datos. La energía no solo se utiliza para entrenar los modelos, sino también para procesar las solicitudes de los usuarios, lo que incrementa significativamente el consumo energético”, advirtió Luccioni en el marco de la conferencia ALL IN en Montreal.
Por su parte, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) indicó que el uso combinado de la IA y las criptomonedas en los centros de datos alcanzó casi 460 teravatios-hora (TWh) de electricidad en 2022, lo que representa alrededor del 2% de la producción mundial total. Esta cifra resalta el impacto ambiental considerable de la tecnología, lo que provoca inquietud entre los expertos.
¿Cómo utilizar la IA sin dejar huella ambiental?
En su análisis, Luccioni creó herramientas como «CodeCarbon», destinada a ayudar a los desarrolladores a calcular la huella de carbono de la ejecución de su código. Desde su lanzamiento, esta herramienta ha sido descargada más de un millón de veces.
Asimismo, la investigadora enfatizó la importancia de educar a la población sobre las capacidades y limitaciones de la IA generativa, así como de los costos energéticos asociados.
No se trata de rechazar la teconología, sino de usarla de manera responsable y consciente, y seleccionar las herramientas adecuadas y utilizarlas de forma que minimicen el impacto ambiental, comentó Luccioni.
La Inteligencia Artificial y la educación
Por otro lado, el uso de la Inteligencia Artificial se ha integrado en muchos aspectos de la vida diaria, con cerca del 80% de las personas en algunos países utilizándola sin darse cuenta. Esta transformación revolucionaria ha generado tanto entusiasmo como preocupación, y se requiere una reflexión seria sobre sus implicaciones.
Durante la Primera Jornada de Inteligencia Artificial Generativa en Educación UNAM 2023, se discutió la manera en que la IA puede modificar los patrones de conocimiento y enseñanza y cómo esta puede ayudar pero, a la vez, perjudicar si no se usa adecuadamente.
José Manuel Saniger Blesa, secretario de Investigación y Desarrollo de la UNAM, enfatizó que la IA generativa debe ser utilizada de manera que beneficie el aprendizaje y la enseñanza.
Saniger Blesa detalló que es fundamental que los docentes sean capacitados para integrar esta tecnología, sin dejar de lado la necesidad de cerrar la brecha digital que aún persiste en nuestras comunidades.
A medida que la Inteligencia Artificial se convierte en una herramienta más común, surgen desafíos normativos, éticos y legales que deben ser abordados con rigor. La educación y la investigación deben seguir principios éticos que guíen su uso.
“Sólo respetando los valores fundamentales de la educación y la generación de conocimiento, nuestras acciones producen beneficios a la comunidad”, subrayó Héctor Benítez Pérez, director de Cómputo y Tecnologías de Información y Comunicación.
El camino hacia una implementación responsable de la IA debe incluir la reflexión sobre su impacto ambiental. La preocupación de Luccioni y otros expertos es clara: sin un uso consciente de la IA, podríamos estar acelerando la crisis climática. La integración de esta tecnología en todos los niveles de la sociedad debe venir acompañada de un compromiso con la sostenibilidad.
Con información de DW y Gaceta UNAM.