Los Gen Z podrán ser nativos digitales, pero no es equivalente a ser experto en todas las tecnologías.
Nancy Valenzuela / NORO
La Generación Z, conocida como nativos digitales, ha transformado el panorama laboral con su dominio de herramientas digitales y aplicaciones móviles. Sin embargo, este mismo grupo, nacido y criado en un mundo saturado de tecnología, enfrenta un fenómeno inesperado: el Tech Shame o vergüenza tecnológica.
Este término, que surgió a partir del informe “Hybrid Work: Are We There Yet?”, describe la sensación de frustración y juicio que experimentan los jóvenes al no saber manejar dispositivos de oficina básicos como impresoras, escáneres o fotocopiadoras.
Los Gen Z se sienten poco preparados para manejar equipo de oficina
La Generación Z está habituada a la tecnología intuitiva y sencilla que caracteriza a redes sociales como Instagram o TikTok. Este entorno les ha otorgado habilidades digitales sobresalientes en plataformas de interacción y entretenimiento, pero no necesariamente en el manejo de herramientas específicas del entorno laboral.
Según un estudio de LaSalle Network, el 48% de los graduados en 2022 se siente tecnológicamente poco preparado en sus trabajos, una cifra que refleja la brecha entre su experiencia digital personal y las exigencias profesionales.
La pandemia, que obligó a muchos jóvenes a concluir su formación de manera remota y a iniciar sus carreras en entornos híbridos o completamente virtuales, intensificó esta desconexión. Durante ese tiempo, el uso de dispositivos como impresoras disminuyó en las aulas y oficinas, lo que contribuyó al desconocimiento de su funcionamiento.
¿Qué es el ‘Tech shame’?
El Tech Shame es un fenómeno que afecta particularmente a los empleados jóvenes, quienes experimentan vergüenza al no poder operar herramientas tecnológicas tradicionales. Mientras solo un 4% de las generaciones mayores siente esta incomodidad, el 20% de los empleados de la Generación Z admite haberse sentido juzgado por no saber usar equipos de oficina básicos, según el informe de HP.
El problema radica en asumir que esta generación, por crecer rodeada de tecnología, debería dominar cualquier dispositivo. Sin embargo, la experiencia de la Generación Z está limitada a las tecnologías con las que interactuaron durante su desarrollo, lo que excluye dispositivos que ya se percibían como obsoletos en su infancia. Impresoras y escáneres, por ejemplo, han ido desapareciendo de los hogares, siendo reemplazados por soluciones completamente digitales.
Factores que influyen en la alimentación del ‘tech shame’ entre los Gen Z
Expectativas sociales
Existe una presión implícita hacia los jóvenes al considerar que, por ser nativos digitales, deberían tener un conocimiento innato sobre cualquier tipo de tecnología. Esta percepción ignora la evolución tecnológica y el cambio en las herramientas que se utilizan cotidianamente.
Uso de equipos no es intuitivo
La tecnología profesional como impresoras y escáneres no siempre es intuitiva. En contraste, las aplicaciones y dispositivos móviles están diseñados para ser extremadamente amigables y de fácil manejo, lo que ha moldeado las expectativas de esta generación hacia la tecnología.
Declive en el uso doméstico de equipos de oficina
Durante años, tener una impresora en casa era común. Sin embargo, este dispositivo ha perdido protagonismo, excepto en el auge temporal durante la pandemia, cuando los ingresos por ventas de impresoras de consumo crecieron un 21%, según HP. Aun así, el uso doméstico sigue siendo limitado, dejando a muchos jóvenes sin experiencia práctica.
¿Qué podemos hacer frente al ‘Tech Shame’?
Combatir el ‘Tech Shame’ implica un cambio de perspectiva y acción, como sería la capacitación continua con el fin de que los jóvenes puedan familiarizarse con las herramientas que utilizan día a día.
Asimismo, es importante fomentar un ambiente laboral colaborativo y sin prejuicios para ayudar a los jóvenes a superar su incomodidad inicial y promover un aprendizaje activo.
Otra de las soluciones apunta a que los fabricantes de tecnología podrían apostar por diseños intuitivos que se alineen con las expectativas de los nativos digitales.
Con información de Infobae y Xataka